La represión es vivir una vida que no te corresponde.
La represión es hacer cosas que nunca has querido hacer.
La represión es ser la persona que no eres.
La represión es una manera de destruirte.
La represión es un suicidio, muy lento por supuesto, pero es un envenenamiento lento y certero.
La expresión es vida; la represión es suicidio.
Hazle caso a tus instintos, hazle caso a tu cuerpo, a tu corazón, a tu inteligencia. Confía en ti mismo, ve a donde quiera llevarte tu espontaneidad, y no habrá pérdida. Y fluyendo espontáneamente con tu vida natural, un día te encontrarás a las puertas de lo divino.
El tantra dice: sé expresivo. Pero recuerda, la expresión no significa irresponsabilidad. El tantra dice: sé expresivo con inteligencia y no perjudicarás a nadie. Un hombre que no se hace daño a sí mismo no puede hacerle daño a nadie. El hombre que se perjudica a sí mismo es, en cierto modo, peligroso. Si ni siquiera está enamorado de sí mismo, es peligroso; es capaz de hacerle daño a cualquiera. De hecho, lo hará.
Si estás triste, deprimido, lograrás que la gente que está a tu alrededor esté triste y deprimida. Cuando estás feliz te gustaría crear una sociedad feliz, porque la felicidad sólo puede existir en un mundo feliz. Si vives con alegría querrás que todo el mundo sea feliz: esto es la auténtica religión. Bendices a toda la existencia con tu propia alegría.
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