viernes, 31 de octubre de 2008

Nuestra Excitación



Según el taoísmo, necesitamos estar excitados para sentir la fuerza generadora de vida denominada energía sexual. Cuando estamos excitados, nuestros cuerpos producen más hormonas sexuales, lo cual en el Taoísmo está considerado como una de las fuentes de la juventud. Necesitamos construir imágenes que estimulen nuestra energía sexual y por ende, las hormonas. Al aprender a hacer circular nuestra energía sexual nos sentiremos mas rejuvenecidos.


Uno de los pasos para comenzar a tener múltiples orgasmos es tomar conciencia de la velocidad en la que nos excitamos. Esto puede sonar raro pero sin embargo, muchos hombres le prestan poca o ninguna atención a su estado de excitación. Generalmente, los hombres pasan de la erección a la eyaculación como si estuviesen en una carrera de autos, sin tomarse el tiempo para darse cuenta, dejarse disfrutar el momento y encantarse con los pasos de ese interesante camino.

Cuando se inicia la excitación sexual, nuestro pene incrementa tanto su largo cuanto su ancho dado que su tejido esponjo se llena de sangre. Un vez que se erectó, las válvulas cierran las venas frenando el flujo de retorno hacia el cuerpo. La erección ocurre de manera espontanea en los recién nacidos y en la mayoría de los hombres durante la etapa del sueño.

Casi la mayoría de los hombres han experimentado a lo largo de su vida la frustrante situación de ser incapaces de lograr una erección con su pareja. Esta inhabilidad ocasional de lograr una erección esta causado por lo que el psicólogo Bernie Zilbergeld denominó “deseo del pene”, el cual nos dice que hay algo en esa relación que debe observarse, o en otras palabras que existen signos que nos indican que estamos distraídos o pensando en otras cosas o en presiones diarias.

Si un hombre repetidamente no logra una erección, se lo denominara impotente, una palabra que también conlleva a una situación de poco poder y de fracaso. En el Kung Fu sexual no existe el término “impotencia” como tal y con el empleo de técnicas masturbatorias adecuadas para reforzar las erecciones y una reeducación en el arte de amar, nunca más, ese hombre, deberá preocuparse por su fracaso sexual.


Las fases de la erección

Muchos hombres creen que están o no están calientes según si tienen o no una erección. Cuando somos jóvenes, damos la orden al cerebro con tanta rapidez y con tanta asiduidad que muchas veces no somos capaces de darnos cuenta si estamos o no calientes. Los taoístas, sin embargo, sostienen que existen cuatro estadios en la erección a saber:

La primera es la firmeza (también conocida como estiramiento).
La segunda se hincha.
La tercera se endurece
En la cuarta, el pene está preparado para la acción.

La erección no es solamente un apéndice estático sino que pasa por un proceso que refleja nuestro nivel de excitación.
En el primer nivel, nuestro pene comienza a moverse y erectarse. En la segunda fase se torna firme pero no lo suficiente como para penetrar; en el tercer estadio se endurece y en la cuarta fase no solo esta duro sino caliente. Esta última fase la reconocemos, también, cuando los testículos se acercan a nuestro cuerpo. Es mucho más fácil evitar la eyaculación en el tercer estadio, Aprendiendo a reciclar la energía sexual nos ayudara a mantener el pene en carrera hacia la cuarta fase. La relajación es también esencial ya que trata de mantenernos calmos en una situación que de por si es de ansiedad y que inexorablemente nos lleva al explosivo cuarto nivel cuando la eyaculación es inminente.

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