Qué diferencia existe entre los orgasmos múltiples y los orgasmos eyaculatorios

Ambos orgasmos comienzan de la misma forma, es decir desde la excitación hasta el “punto de no retorno”. Es en este punto en donde el hombre experimentara una serie de contracciones genitales de unos tres a cinco segundos de duración. Estas contracciones se denominan “orgasmos pélvicos” y al comienzo dan una sensación similar a un remolino o una suave presión seguida de una relajación. Una vez que se las identifica y se las controla, estas sensaciones pueden tornarse más y mas intensas.

Cuando nos acercamos al “punto de no retorno” el objetivo no es subirse a la cresta de la ola de la eyaculación sino declinar la estimulación lo suficiente como para tener el control sobre la excitación. El control efectivo puede lograrse con el manejo del musculo PC. Aprender a controlar este musculo es esencial tanto para la vida sexual como para lograr resistencia.

La etapa de meseta está representada como un estado de excitación que eventualmente llega al orgasmo si la estimulación continúa. En un orgasmo típico, el que incluye eyaculación, la fase de meseta se alcanza y se pasa demasiado rápido para que llegue el orgasmo y se logre eyacular. En un encuentro multiorgásmico, la fase de meseta se alcanza y se sostiene luego del primer orgasmo y así sucesivamente hasta los siguientes orgasmos sin eyacular. 

Los sucesivos orgasmos serán cada vez más intensos de cada orgasmo anterior y, si el hombre decide eyacular lo hará con el orgasmo que él decida. En este caso la eyaculación es opcional, luego de muchos orgasmos se decidirá no eyacular. En este caso el periodo de excitación seguirá al menos, durante una hora en vez de finalizar abruptamente con la eyaculación.