Los “ciclos de respuesta” del hombre y de la mujer son muy similares. La diferencia primaria entre ambos es la eyaculación en el hombre.
Las mujeres multiorgasmicas son capaces de lograr muchos orgasmos si la estimulación continua un poco después de lograr su primer clímax debido a que ellas no eyaculan (no hay que malinterpretar los datos que afirman que algunas mujeres son capaces de eyacular, si bien no ha podido ser científicamente explicado).
Dado que las mujeres no están biológicamente programadas para eyacular, ellas no tienen que padecer la “espera” y por ende ser capaces de experimentar la sensación de lograr múltiples orgasmos mucho más fácilmente que los hombres.
La mayoría de los hombres han siempre aceptado al orgasmo y a la eyaculación como una sola unidad debido a la simultaneidad con la que suceden. Si bien el orgasmo comienza un poco tiempo antes que la eyaculación, concluye con esta.
La habilidad en separar estos eventos toma como parte al musculo pubeocoxigeo, o musculo pélvico o ”PC “, como más comúnmente se lo conoce. Uno puede localizar a este musculo simplemente por la capacidad que tiene para detener el flujo de orina durante una micción. Si cuando se quiere detener la orina al activar este musculo resulta dificultoso, el musculo necesitara más entrenamiento. El reforzar el musculo es sencillo, bastara con realizar el reflejo varias veces al día en series de 50 o 100 repeticiones.
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