martes, 8 de diciembre de 2009

Masaje Lingam


En el tantra el nombre del pene se denomina Lingam, que en sanscrito significa “varita de luz”. Un masaje lingam es un masaje que se efectúa directamente sobre los genitales del hombre utilizando una gran variedad de movimientos y llaves.

El objetivo del masaje lingam es el hecho de honrar el lingam de nuestro compañero y a ayudar al mismo a expandir su habilidad para recibir placer.

La puesta en escena y la actitud que tengamos será lo que hará que este tipo de masaje sea una experiencia única. Se debe preparar el lugar de manera tal que sea espacioso y a la vez íntimo. El mejor lugar es en el piso colocando una frazada y sobre esta alguna sabana o toallas. La temperatura del ambiente debe ser un poco más cálida de lo habitual dado que ambos deben estar desnudos. La luz de vela es aconsejable ya que aportara un poco de calor al ambiente. Los aceites y lubricantes que se utilicen deben estar a temperatura ambiente. Es importante tener en cuenta que el tiempo no debe ser un factor que impida el normal desarrollo del masaje.

Se debe comenzar respirando juntos sentados frente a frente abrazados o tomados de la mano mirándose fijamente a los ojos y respirando profundamente. Es muy importante que la respiración sea abdominal para que el cuerpo logre una relajación total y absoluta.

Luego como una forma de respeto hacia el poder masculino, se debe pedir permiso para tocar el lingam. Una vez otorgado el permiso, colocar una pequeña cantidad de aceite para masaje o un lubricante a base de agua sobre su lingam y sus testículos.

Expandir el aceite sobre su piel comenzando por la parte superior y continuando por
las zonas internas para dirigirse al lugar en donde las piernas se unen con el hueso pélvico. Los movimientos que se utilizaran serán lentos y suaves, trabajando a lo largo de toda la conexión de los huesos con los músculos para aflojar la tensión a medida que se va efectuando.

El siguiente masaje es sobre el lingam partiendo del hueso púbico. Colocar la mano sobre este lugar, sintiendo el hueso entre el musculo y la piel. Luego mover la mano hacia el escroto tomando suavemente sus testículos. En este punto hay que prestar suma atención a las respuestas nerviosas del receptor y alentarlo para que nos diga que es lo correcto en cuanto a movimientos. Algunos hombres no soportan que le toquen los testículos mientras que otros lo disfrutan al máximo. Se debe comenzar con una suave presión para ir acrecentándola a medida que el placer lo exija.

Desde los testículos se debe mover la mano hacia el perineo, también llamado “el punto del millón”. Se debe localizar una pequeña hendidura, del tamaño de un centavo, a mitad de camino entre los testículos y el ano. Se pueden utilizar movimientos circulares desde el lingam hacia el ano para luego realizar un círculo levantando los tejidos y aplicando una suave presión con el dedo. Dado que este punto puede presentar algún tipo de dolor al comienzo, se debe incrementar la presión a medida que el receptor sienta placer.

Finalmente colocar la mano sobre el lingam. Conforme se va masajeando el tronco se debe apretar suavemente en la base con la mano derecha hasta llegar a la cabeza retirando completamente la mano, Acto seguido se realizara lo mismo con la mano izquierda y alternando ambas manos, Luego de un tiempo alternar la dirección, es decir desde la cabeza hacia la base. Pasado un tiempo tomar el lingam con ambas manos y mover estas hacia arriba y hacia abajo. Acá comenzaremos con el masaje de la cabeza de tal forma de realizar una taza con los dedos y la “exprimiremos” como si se tratara de una naranja. Mover la mano desde el lingam hacia los testículos y de ahí hacia el perineo y desde allí hacia arriba prestando suma atención a las reacciones del receptor.

Si en algún momento el receptor se acerca al punto de la eyaculación, aminorar los movimientos para reducir la estimulación y dejar que él se calme un poco para retomar la acción, Si él se encuentra muy cerca del “punto de no retorno” se puede retardar la eyaculación apretando la punta del lingam entre el pulgar y el índice durante 30 segundos. En este momento debemos trabajar con la respiración, ya que debe ser profunda mientras se tiene apretado el miembro. Movemos nuestra mano al punto sagrado y detendremos la presión de la eyaculación.

Si logramos que el receptor llegue a seis orgasmos, una tremenda carga energética se almacenara en su organismo para que circule por todo su cuerpo o bien, eliminarla. Si el elije eliminarla, su orgasmo será muchísimo más intenso que uno normal. Hay que hacerle recordar que respire profundamente aun en el momento de eyacular, Cuando el masaje se complete, retiraremos suavemente nuestras manos y dejaremos que él se tome su tiempo para relajarse y saborear el placer que acaba de recibir.

El masaje lingam genuino forma parte de la sesión de Tantradanza. Para mayor información envíame un mail a tantradanza@gmail.com.