La energía sexual o Ching-chi (se pronuncia Jing-Chee) es uno de las formas más poderosas de energía biolelectrica del hombre. Es lo que en Occidente llamamos “estar caliente”. Las practicas del Kung Fu sexual ayudan a cultivar este tipo de energía y a utilizarla para incrementar tanto esta cuanto la salud de nuestro organismo.
Debemos aprender a manejar este tipo de fuerza interior que parte de los genitales y circula hacia todo nuestro cuerpo.
Tal como dijimos anteriormente, todas las partes del cuerpo (incluidos el cerebro, las glándulas, los órganos y los sentidos) dan lo mejor de su energía durante el orgasmo para crear una nueva vida. Cuando crear una nueva vida no es el objetivo, los taoístas creen que es mejor conservar esa energía y canalizarla a través de todo el cuerpo para dar no solo placer sino salud.
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