sábado, 17 de enero de 2009

Tantra y masturbacion: estados alterados


Con esa introducción, hablemos sobre estar juntos y utilizar la energía sexual juntos para alterar nuestros estados de conciencia. El secreto de estar con una pareja es igual al secreto de estar con uno mismo: aumentar la energía en su cuerpo hasta el punto del orgasmo y luego, en vez de acabar, relajarse y dejar que la energía suba hasta su corazón. En otras palabras, no hay reglas : no existe una respiración especial, ni posiciones, ni secuencia de eventos, ni plazos de tiempo. ¡Tire a la basura sus libros de Tantra! ¡Tire a la basura sus manuales sobre sexo! Simplemente aumente la energía hasta el punto del orgasmo, relájese y déjela subir por su cuerpo en lugar de liberarla en un orgasmo. Tampoco tienen que estar al borde juntos. Durante el acto sexual, yo prefiero masturbar o que me masturben, porque mantiene la energía arriba muy alto, pero no hay reglas. No necesita ninguna regla, porque una vez que la energía esté fluyendo, lo llevará sin un plan y no necesitará un mapa. Los descubrimientos que he hecho se deben fundamentalmente a que hice pocas suposiciones con respecto hacia dónde me dirigía.
Si le cuesta retardar su orgasmo cuando está con una pareja, intente detenerse varios movimientos antes del orgasmo y simplemente relájese, sin hacer ninguna otra cosa. Cuando haya logrado el mero hecho de retrasar el orgasmo, entonces trate de centrarse en su corazón y dejar que la energía suba.

Al igual que en sus sesiones privadas, puede repetir el ciclo de estimulación y descanso las veces que quiera, y tener un orgasmo, si lo desea, cuando considere que su sesión está por concluir. Esto último es subjetivo. Usted ha concluido cuando piense que así es. También debería experimentar con no acabar en absoluto, simplemente para desbaratar la creencia de que es dañino o insatisfactorio no llegar al orgasmo.

He orientado a una serie de parejas con respecto a sus pautas sexuales y encuentro que lo que más les preocupa son aquellas ocasiones en que la energía sexual parece interrumpirse o no se inicia en absoluto. Les sugiero que si adoptan una actitud de juego hacia el sexo en pareja (y desde luego en forma individual también), se sentirán con mayor frecuencia satisfechos y realizados con sus experiencias. A veces el cuerpo simplemente no está interesado o el espíritu está demasiado abrumado con otras cosas. En este último caso, lo que a menudo ocurre es que si los miembros de la pareja simplemente se relajan y están juntos, abrazándose y conversando de una manera amorosa, se analizarán y llorarán las aflicciones emocionales y la pareja podrá hacer el amor cuando la tensión haya sido liberada. Además, el solo hecho de estar tendidos juntos desnudos y tocarse de un modo amoroso y no orientado hcia una meta, es una estupenda forma de excitarse. Es como si el cuerpo recordara: “Ah, sí, me encanta esto”.

Asimismo, si adoptan una actitud de juego, es probable que sus sesiones de hacer el amor duren más tiempo y encuentren que en el curso de cada hora que están juntos la intensidad de la energía subirá y caerá. A veces estarán excitados, otras sensuales y a veces simplemente amistosos. Tenemos una tendencia a pensar que si no es excitante e intenso todo el tiempo, entonces algo anda mal. Por lo general, si simplemente vuelven a adoptar la actitud de juego amoroso, la onda retornará.

¿Y cómo se explican esos casos en que la energía de pronto se desvanece cuando están en medio de una onda? Por lo general se debe a que uno o ambos miembros de la pareja han tenido un pensamiento negativo. Algo así como: “Tengo un cuerpo horrible” o “El nunca me dará lo que deseo”, o los mensajes sub-verbales de que esta gran experiencia de alguna manera nos hará aterrizar en el infierno y otras dificultades. Aquí el remedio es el mismo: simplemente quédense tendidos juntos y esperen a que retorne la onda. Si pueden recordar el pensamiento negativo y hablar acerca de él, parte de su poder desaparecerá.

También estimulo a las parejas a que se dejen llevar por sus fantasías. La mayoría de las personas tienen una vida rica en fantasías, pero no están dispuestas a compartirla con su pareja, porque temen que algo ande mal con ellas o que su pareja se ofenda. Las parejas que comparten sus vidas de fantasía, encuentran que esto incrementa su atracción mutua y la intensidad de sus experiencias sexuales, porque inventan juntos todo tipo de deliciosos pasatiempos sexuales.

Además, en el taller enseño una serie de juegos que una pareja puede realizar que probablemente elevarán el nivel de energía entre ellos y harán más interesante el viaje. Uno de tales juegos es simplemente respirar juntos. El simple hecho de hacer esto al mismo ritmo mientras se están abrazando, puede ser extático. Otro juego es mirarse a los ojos. Cuando yo miro a otra persona a los ojos por un largo período de tiempo, mis pensamientos se detienen y comienzo a sentir un calorcito en la barriga que se dispersa por todo mi cuerpo. Pero esto sucede después de años de práctica. Al comienzo se sentirán un poco incómodos al mirarse a los ojos y tendrán que intentarlo sólo por breves lapsos de tiempo. A veces transformarán el sabor sexual de su encuentro en uno emocional, pero siempre pueden volver al sexo. Utilicen el ojo izquierdo; es el ojo receptivo y se conecta con el lado derecho del cerebro.

Otra deliciosa posibilidad es añadirle sonidos a sus sesiones en pareja. Prueben cualquier cosa: desde cantar juntos a hacer sonidos no planificados y misceláneos que poco a poco cobrarán vida propia. Hay algo en esto de hacer ruidos y vibrar juntos, que, al igual que respirar juntos, nos lleva al éxtasis. Cuando hago esto con un amante, siento como si nos convirtiéramos en uno, que nuestra vibración de alguna manera se transforma en una, y puedo sentir el interior de su cuerpo además del mío.

También ayuda la práctica de ser receptivo. A la mayoría de las personas le cuesta mucho más dejar que el amor y la energía entren a su sistema que salgan, o ser amorosa. Así que con su amante túrnense para jugar al padre y al hijo como un ejercicio para aprender a ser receptivos. La pareja que hace de padre se tiende de espaldas y la que hace de hijo se tiende con la cabeza sobre o cerca del corazón del padre. El padre abraza al hijo, acariciándolo ocasionalmente e imaginando un infinito amor que brota de su corazón hacia el hijo. Al respirar juntos, el hijo simplemente lo absorbe (y observa qué conflicto le produce). Luego cambien de rol.
También me gusta jugar con visualizaciones y mantras. Una visualización es respirar juntos e imaginar que la energía se mueve entre ustedes en un círculo, subiendo por los genitales de un amante, luego atravesando desde su corazón al del otro, bajando a los genitales de esa persona y de vuelta al comienzo. Puede ir en cualquier dirección. Este ejercicio es extremadamente importante para la experiencia de unidad y vinculación que buscamos con aquellos que amamos. Se llama “El Cinto de Venus” y produce intensos efectos a lo largo de un período de tiempo.

Además utilizo un mantra. Este es un sonido o una frase que se repite una y otra vez, ya sea internamente o en voz alta. El objetivo de un mantra, como yo lo veo, es ayudar a acallar el parloteo dentro de nuestra cabeza, de modo que la energía pueda circular. Los mantras que me gustan son “Shiva, Shakti”, “Tú me amas”, “Somos uno” y “Adoro al dios/diosa que hay dentro de ti”. El “Shiva, Shakti” parece llamar a las energías arquetípicas masculina/femeninas para que se incorporen al acto amatorio. El “Tú me amas” parece crear un circuito de energía entre las parejas. El “Somos uno” nos recuerda nuestra unicidad, ya sea que la vivenciemos o no. El “Adoro al dios/diosa que hay dentro de ti” me recuerda quién es realmente mi pareja y quién soy realmente yo. Por lo general hago los mantras en silencio, en mi cabeza, y mi compañero puede hacerlos o no, como le plazca.

Otra conexión interesante se da a través el plexo solar. (Para localizarlo, baje los dedos por el esternón hasta donde termina. Presione con los dedos dentro del hueco que hay ahí. Allí está su plexo solar. Concéntrese en este punto para este ejercicio). Si imaginamos que nos estamos proyectando mutuamente un haz de luz, desde un plexo solar al otro, y respiramos juntos, se produce una maravillosa conexión. Sucede lo mismo si nos tocamos mutuamente el plexo solar y respiramos juntos.

Puede que cualquiera de los libros que encuentren sobre Tantra o los placeres del sexo contengan juegos que profundizarán sus experiencias sexuales y los acercarán a la experiencia de unidad. En realidad, no necesitan ninguno de los ejercicios; dejen que su imaginación y amor mutuo inspiren sus actividades sexuales.

Simplemente recuerden que no hay reglas, excepto aumentar la energía tanto como sea posible, descansar y permitirle que suba por el cuerpo. Déjense llevar por la energía, por sus fantasías, por los movimientos que su cuerpo desea hacer, y pasen algún tiempo sexualmente solos y también con su pareja. A la larga vivirán las experiencias que buscan y luego las tendrán con una regularidad cada vez mayor.

El sexo es un juego. Uno empieza a ganar en su vida sexual cuando parte teniendo esta actitud.
Como cultura, se nos ha condicionado no sólo fuera del sexo, sino fuera del placer. Y el darse placer a uno mismo, o la masturbación, es el placer más prohibido de todos. Examine sus temores y sentimientos con respecto a la masturbación. Luego déjelos a un lado y re-conozca su propio cuerpo. Elplacer que vivencie hará más para trabajar contra su condicionamiento negativo en relación con su cuerpo y a su sexualidad que cualquier otra cosa que pueda hacer o pensar. Le sugiero que haga lo que me aconsejó mi profesor —tenga una sesión con usted mismo todos los días, como una meditación, durante tres meses, y vea qué resultados obtiene.

Es necesario incluir una acotación sobre las fantasías sexuales. No puedo imaginar hacerme el amor sin fantasías. Al parecer, me crean la experiencia. Sospecho que gran parte del problema y falta de goce que tienen las personas con la masturbación, además de su creencia de que es algo malo, es que no utilizan sus fantasías. Todos tenemos una vida potencialmente rica en fantasías, un jardín secreto, como lo llama Nancy Friday, que podría mejorar enormemente nuestra vida sexual si se lo permitiéramos. Así que adelante con sus fantasías. No le harán daño —ni siquiera las extrañas.

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