martes, 8 de diciembre de 2009

Masaje Lingam


En el tantra el nombre del pene se denomina Lingam, que en sanscrito significa “varita de luz”. Un masaje lingam es un masaje que se efectúa directamente sobre los genitales del hombre utilizando una gran variedad de movimientos y llaves.

El objetivo del masaje lingam es el hecho de honrar el lingam de nuestro compañero y a ayudar al mismo a expandir su habilidad para recibir placer.

La puesta en escena y la actitud que tengamos será lo que hará que este tipo de masaje sea una experiencia única. Se debe preparar el lugar de manera tal que sea espacioso y a la vez íntimo. El mejor lugar es en el piso colocando una frazada y sobre esta alguna sabana o toallas. La temperatura del ambiente debe ser un poco más cálida de lo habitual dado que ambos deben estar desnudos. La luz de vela es aconsejable ya que aportara un poco de calor al ambiente. Los aceites y lubricantes que se utilicen deben estar a temperatura ambiente. Es importante tener en cuenta que el tiempo no debe ser un factor que impida el normal desarrollo del masaje.

Se debe comenzar respirando juntos sentados frente a frente abrazados o tomados de la mano mirándose fijamente a los ojos y respirando profundamente. Es muy importante que la respiración sea abdominal para que el cuerpo logre una relajación total y absoluta.

Luego como una forma de respeto hacia el poder masculino, se debe pedir permiso para tocar el lingam. Una vez otorgado el permiso, colocar una pequeña cantidad de aceite para masaje o un lubricante a base de agua sobre su lingam y sus testículos.

Expandir el aceite sobre su piel comenzando por la parte superior y continuando por
las zonas internas para dirigirse al lugar en donde las piernas se unen con el hueso pélvico. Los movimientos que se utilizaran serán lentos y suaves, trabajando a lo largo de toda la conexión de los huesos con los músculos para aflojar la tensión a medida que se va efectuando.

El siguiente masaje es sobre el lingam partiendo del hueso púbico. Colocar la mano sobre este lugar, sintiendo el hueso entre el musculo y la piel. Luego mover la mano hacia el escroto tomando suavemente sus testículos. En este punto hay que prestar suma atención a las respuestas nerviosas del receptor y alentarlo para que nos diga que es lo correcto en cuanto a movimientos. Algunos hombres no soportan que le toquen los testículos mientras que otros lo disfrutan al máximo. Se debe comenzar con una suave presión para ir acrecentándola a medida que el placer lo exija.

Desde los testículos se debe mover la mano hacia el perineo, también llamado “el punto del millón”. Se debe localizar una pequeña hendidura, del tamaño de un centavo, a mitad de camino entre los testículos y el ano. Se pueden utilizar movimientos circulares desde el lingam hacia el ano para luego realizar un círculo levantando los tejidos y aplicando una suave presión con el dedo. Dado que este punto puede presentar algún tipo de dolor al comienzo, se debe incrementar la presión a medida que el receptor sienta placer.

Finalmente colocar la mano sobre el lingam. Conforme se va masajeando el tronco se debe apretar suavemente en la base con la mano derecha hasta llegar a la cabeza retirando completamente la mano, Acto seguido se realizara lo mismo con la mano izquierda y alternando ambas manos, Luego de un tiempo alternar la dirección, es decir desde la cabeza hacia la base. Pasado un tiempo tomar el lingam con ambas manos y mover estas hacia arriba y hacia abajo. Acá comenzaremos con el masaje de la cabeza de tal forma de realizar una taza con los dedos y la “exprimiremos” como si se tratara de una naranja. Mover la mano desde el lingam hacia los testículos y de ahí hacia el perineo y desde allí hacia arriba prestando suma atención a las reacciones del receptor.

Si en algún momento el receptor se acerca al punto de la eyaculación, aminorar los movimientos para reducir la estimulación y dejar que él se calme un poco para retomar la acción, Si él se encuentra muy cerca del “punto de no retorno” se puede retardar la eyaculación apretando la punta del lingam entre el pulgar y el índice durante 30 segundos. En este momento debemos trabajar con la respiración, ya que debe ser profunda mientras se tiene apretado el miembro. Movemos nuestra mano al punto sagrado y detendremos la presión de la eyaculación.

Si logramos que el receptor llegue a seis orgasmos, una tremenda carga energética se almacenara en su organismo para que circule por todo su cuerpo o bien, eliminarla. Si el elije eliminarla, su orgasmo será muchísimo más intenso que uno normal. Hay que hacerle recordar que respire profundamente aun en el momento de eyacular, Cuando el masaje se complete, retiraremos suavemente nuestras manos y dejaremos que él se tome su tiempo para relajarse y saborear el placer que acaba de recibir.

El masaje lingam genuino forma parte de la sesión de Tantradanza. Para mayor información envíame un mail a tantradanza@gmail.com.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Tantradanza


Al hablar de danza no estamos refiriéndonos a una sesión de baile sino a una serie de movimientos mínimos e imperceptibles que nos llevaran a estados de conciencia ideales los cuales nos permitirán sentires y vivencias que nunca imaginamos experimentar.

Se trata de una terapia de liberación corporal, por lo que es única e irrepetible en cada persona que la experimenta, razón por la cual nunca un encuentro es igual al otro.

Como seres individuales que somos tenemos nuestras propias necesidades, alegrías, angustias y temores que encuentran en esta nueva forma de terapia muchas veces su solución. Durante la sesión, sea esta individual o en pareja, se experimentan vivencias que nos transportan a lo primitivo del ser, a todo aquello que conforme evolucionamos, fuimos, a lo largo de los tiempos, dejando de lado o no prestandole la atención necesaria.

En la terapia de liberación Tantradanza, no solo se trabaja la sexualidad al máximo sino que, a través de danzas suaves y extremadamente sensuales redescubrimos la potencialidad de nuestra piel gracias a la intensificación de los sentidos de quien está a nuestro lado; ya que es quien nos ayuda a transformar nuestras ganas de sentir y disfrutar de un placer inconmensurable.

La magia de Tantradanza radica en el hecho de no pensar sino simplemente en sentir ya que nuestra cabeza trata de no entrar en razón las vivencias que nuestro cuerpo experimenta.

Caricias, abrazos, roces, miradas, sonrisas, disfrute, éxtasis.

Así es Tantradanza. Animate a descubrila por vos mismo.

Para mayor información enviame un mail a tantradanza@gmail.com o entra en la web: www.tantradanza.com.ar

jueves, 30 de julio de 2009

La Varita de Luz y el masaje Tantrico


En Sanscrito la palabra Lingam significa varita de luz, ya que además de ser venerado, es quien canaliza la energía y los placeres creativos.

Cuando se da un masaje tantrico quien lo recibe debe estar inmerso en un ambiente de total calma y relax ya que será participe de una sesión en donde el placer extremo se manifestara en todo su cuerpo y en todo su ser.

Por otro lado quien lo da pasa a ser testigo del placer que lograra en el hombre que esta a su lado logrando de él su lado mas suave y calmo. Sirve, en uno de los tantos casos, a ayudar a los hombres a franquear traumas y problemas sexuales que se presentan en su mente,

Hay que tener en cuenta que el orgasmo no es la meta de este tipo de masajes sino un efecto secundario que aparece y desaparece para volver con mayor intensidad a lo largo del mismo. Se toma al cuerpo del hombre como un todo, es por ello que no cualquier persona esta capacitada para dar este tipo de masajes. Es por esto que entran en juego no solamente el lingam sino los testículos, el perineo y el punto del millón (equivalente al punto G femenino). Todos estos órganos van a ser quienes permitan al hombre que recibe este tipo de masajes rendirse a una forma de placer que no es común en él.

Según nuestra cultura occidental, el hombre esta acostumbrado a dar, a orientarse a una meta. Es por esto que el hombre necesita aprender a relajarse mediante este tipo de terapia para permitirse experimentar su lado mas suave y receptivo sin perder su hombría ni su masculinidad.

Luego de participar en la relajación guiada y haber hecho las asanas en conjunto con el dador para ir aflojando tensiones, llega la danza que permitirá que ambos lleguen al suelo. Alli, recostado boca arriba, el receptor comenzara a respirar profunda y relajadamente, mientras que el dador inicia el contacto físico para establecer confianza en el otro y una conexión.

Se comienza a dar un masaje tenue en pies, piernas, abdomen, pezones y genitales para que el receptor comience a relajarse. Una vez relajado, se comienza con el masaje de cuerpo completo iniciando leves golpeteos de mediana intensidad y a la manipulación total del cuerpo.

Es muy importante mantener el tipo de rozamiento erotizante ya que no se trata de un masaje tradicional sino de exaltación de la libido.

Las zonas erógenas, incluyendo los testículos, escroto, hueso público, perineo y ano, son a menudo áreas del cuerpo que no se toman en cuenta, pero que producen una intensa y placentera respuesta al estímulo. El objetivo de esta técnica de masaje es provocar un despertar, e incitar orgasmos múltiples, sin una eyaculación precoz.

El Lingam (pene) puede o no presentar flacidez durante el proceso del masaje y recobrar la erección. Esta es una experiencia tántrica muy deseable, como ir sobre una ola, hacia arriba y hacia abajo. Flacidez y erección son los extremos de la gama del placer. Si el receptor está a punto de eyacular, el dador relajará el proceso, permitiendo que el Lingam se relaje. La repetición de este proceso es la verdadera intención, llegar a un punto muy cercano a la eyaculación, sin llegar a ella. Es importante recordar que la meta no es el orgasmo por sí mismo.

La respiración profunda es la clave que ayudará a mitigar la necesidad de eyacular. Eventualmente, la gran experiencia eyaculatoria le permitirá tener orgasmos múltiples, sin perder una gota de semen. Cabe mencionar que el orgasmo y la eyaculación son dos respuestas diferentes que se puede aprender a diferenciar. El resultado es una vida sexual más expandida.

Si el receptor decide dejarse llevar y eyacular, el dador lo alentará a respirar profundamente durante el orgasmo. Esto hará que su mente explote, especialmente si se ha acercado y alejado del orgasmo varias veces antes de la eyaculación. El contenerse carga la batería sexual con una energía tremenda. Es ahora cuando el receptor decide a dónde mandar esta energía: hacia fuera con su eyaculación (el paradigma predominante), o aprovecharla para otros usos (hombres con gran experiencia en la eyaculación son capaces de canalizar esta energía en otras áreas de su ser).

Una vez que el masaje llega a su fin, el receptor es alentado a quedarse recostado, permitiendo experimentar plenamente su inocencia y la magnificencia de la belleza masculina.

viernes, 10 de julio de 2009

Los Afrodisiacos


Afrodisíaco se puede considerar a todo lo que nos fomenta y potencia el instinto sexual. Muy conocido en nuestros días son los afrodisíacos visuales que nos potencian una fantasía mental excitante.

Por ejemplo una frutilla rozada levemente por unos labios. Algunas zonas del cuerpo untadas en crema. Movimientos sugerentes al ritmo de una música y un sin fin de juegos inocentes y otros no tanto.

Lo que sí es claro dentro de los afrodisíacos es que se dividen, por simplificar, en dos: los mentales y los físicos. Aunque muchos especialistas como los psicólogos resten a estos productos una influencia real y le atribuyan una influencia autosugestiva.

Tampoco estarán muy de acuerdo los sexólogos, cuando los psicólogos les niegan también la existencia de zonas erógenas en nuestro organismo que no sea la mente. Sea como sea, prácticamente todas las culturas en el mundo, arrastran en su historia filtros, pócimas,ungüentos y practicas rituales para potenciar la sexualidad y de paso la fertilidad.

En la actualidad la publicidad se encarga de fomentar productos que a través de cargar de vitaminas o excitantes nerviosos a nuestro organismo, se supone actúan como afrodisíaco. Hay otros como el ginseng que desde hace muchos años viene siendo utilizado por orientales, así como los huesos de tigre, el pene de foca ...y un sin fin de productos, de los cuales no está demostrada su efectividad sexual.

Frente a todo esto y coincidiendo con la teoría psicológica, los mayores excitantes o afrodisíacos comprobados a lo largo de la historia y en la actualidad son mentales, por ejemplo la muerte, la religión, el deseo, el mal, el bien, lo prohibido etc...

Partiendo de estas motivaciones iniciales, se desarrollan un sin fin de argumentaciones y practicas que desembocan en la relación sexual de las más diversas maneras.

El mal, la perversidad, la crueldad, lo prohibido ..aunque sea en pequeñas dosis, siempre ha representado un potente afrodisíaco mental, potenciado por el miedo y el sentimiento de culpabilidad que irremediablemente va asociado a las prácticas consideradas sádicas, alcanzar cuotas de placer egoísta, individual.

Fue en el marco de Decadentismo, cuando alcanzo su auge este estudio y tendencia del sadismo en general y de la excisión de sadismo sexual. En este apartado del sexo, obligado es hablar de quien le puso nombre a estas tendencias "El divino Marqués" Alphonse-François-Donatien de Sade, (1740- 1814).

Promulgaban en su literatura la crueldad y la perversidad como estimulante sexual muy placentero. Sus relatos llenos de horrores sexuales, son el exponente o el camino de una filosofía que los escritores franceses, que hace muy poco lo descubrieron y rehabilitaron han venido a llamar, defensa del hombre natural u hombre real, que se afirma contra todo en la integridad de sus instintos. También en su descargo hay que decir que jamás se pudo demostrar que pusiera en práctica su literatura y eso teniendo en cuenta que vivió en el periodo de Terror de la revolución francesa. Si bien se le conocieron hazañas como librar a algunos nobles de la guillotina. Sus dos matrimonio fueron normales. Y del hecho de ser encarcelado en prisión y en el manicomio de Charenton, se dice que fue Bonaparte, en venganza por ciertas alusiones malignas en sus libros hacia su persona. También cabe destacar que muchísimas mujeres amaron al marques e intentaron obtener de Bonaparte su perdón y liberación.

Pero independientemente de la rehabilitación que se haga de su obra , y a su persona se la califique como un pervertido intelectual, sus obras no pierden el valor de canto al mal, a la crueldad, a la perversión y un moralismo sorprendente. Sade admite la existencia de un dios creador que gobierna el mundo, pero lo concibe como un dios cuya esencia es el mal y que usa la crueldad , el crimen como armas para el cumplimiento de sus designios. Según él, el excedente negativo con respecto a lo positivo sería una ley de lo real: la naturaleza nos muestra que no crea si no para destruir y que la destrucción es la primera de sus leyes.

Con respecto a la virtud Sade habla de un "descarrilamiento en el sendero de la virtud " y llega a decir que : Al ser la virtud un modo contrario al sistema del mundo, todos aquellos que las siguen pueden estar seguros de sufrir tormentos espantosos a causa de la dificultad que experimentarán para volver a entrar en el seno del mal, autor y regenerador de todo cuando vemos.¡No hay éxtasis semejante que entregarse a esta divina infamia! Escribe Sade en " Justine II. Y " El placer del Auto destructor que quiera infringir las leyes mismas de la naturaleza cósmica".

A pesar de no ser el primero ni el único en ensalzar el poder destructor de la naturaleza, Sade destaca por darle un poder de contrareligión. Su visión no obstante es muy limitada y contradictoria. Ya que al atribuir transgresión o infamia al mal, reconoce implícitamente la hegemonía y la existencia del bien. Y todavía resulta mas limitado ya que se mueve en una dualidad existencial.

Una concepción mas completa la encontraríamos al contemplar la celebre tríada; El poder que crea, el poder que conserva y el poder que destruye del hinduismo. Brahmâ, Vishnu y Shiva. También en la " vía de la mano izquierda", vâmâchâra tántrico, se contempla en cierta forma la destrucción indirectamente ; en su practica además del uso de la mujer se emplean bebidas embriagantes.

En occidente el antiguo dionismo preórfico, la religión de Zagreo como " gran cazador que se lleva todas las cosas", en oriente el "sivaísmo" y los cultos relacionados con Kâli, con durgâ y otras divinidades " terribles" que tienen sus equivalentes en otros pueblos. Todos se caracterizaban igualmente con Sade en el desenfreno, el reconocimiento y la exaltación de la destrucción, pero al contrario que él , sin ningún matiz sacrílego; en un marco ritual, de sacrificio y transfigurante. Estas potenciaciones "perversas" en mayor o menor medida las encontramos en tal como practicamos o entendemos el sexo actualmente. De hcho utilizando productos para potenciarnos sexualmente, sin que sea necesario por que algún mal nos aqueje. Es una buena manera de emular la filosofía de la destrucción, queriendo alcanzar mayores cuotas de placer por medios artificiales.

El mayor afrodisíaco sexual somos nosotros mismos, y el descubrir y estimular lo que sentimos por la otra/s persona/s que nos acompañan en las practicas y dejarnos llevar por nuestro instinto. La fijación por alcanzar más placer o por llegar al orgasmo, sin sentir lo que está sucediendo en esos momentos a nuestro alrededor. Generalmente es la causa de no tener orgasmos o de enredarnos en relaciones insatisfactorias cayendo en fingimientos y seudos placeres adictivos y enfermizo.

El orgasmo es una consecuencia de un cúmulo de sensualidad y placer, es una reacción química y sensitiva de unos estímulos físicos, no es el principio ni el fin de la sexualidad. Cuando brota el deseo en la primera mirada, comienza la magia que nos lleva a una relación sexual. Cuando sucede el orgasmo entramos en otra fase de la sexualidad aprovechando la hipersensibilidad.

La frecuencia mayor y más estimulante de placer la alcanzamos con la sensibilidad, no en la exaltación que raya con la violencia. Si detectamos que nuestro afrodisíaco mental es "perverso " y cruel, tendremos que tener en cuenta, que no es producto de nuestra naturaleza original, es un producto educacional, por lo tanto artificial y modificable.

lunes, 6 de julio de 2009

La Masturbacion


A lo largo de la historia encontramos en muchas culturas, la recomendación de la
masturbación, para ir conociendo nuestro puntos de placer y para ir familiarizándonos con el placer sexual, quitándonos de encima todo los prejuicios y complejos.

Entre las culturas que más expresamente utilizan la masturbación, está como citábamos anteriormente, el tantrismo. En el sexo tántrico estos ejercicios se denominan " autoestimulación sensual" o " despertar al amante que todos llevamos dentro".

El fin "inmediato" de estas prácticas, es que al aprender a darte placer tú mismo, descubres cómo y dónde te gusta que te toquen . Además exploras por los misterios de tu erotismo, único y personal, que luego podrás trasmitir a tu pareja.

Ambos sexos se benefician de esta práctica pues aumenta y desarrolla la sensibilidad al tacto y elpotencial orgásmico. Además de hacer desvanecer fantasmas, tabúes y complejos con respecto a nuestra propio placer.

Estas prácticas como todos los ejercicios del tantrismo, van acompañadas de una preparación o un ritual, que perfectamente podemos adaptar a nuestra vida cotidiana.

El ejercicio consiste en:

Darnos un baño con agua caliente perfumada con unas gotas de aceites esenciales afrodisíacos,pueden ser de rosas, sándalo o neolí.

A continuación para calentar y suavizar el cuerpopodemos untarnos la piel con alguna loción nutritiva.

Podemos seguir tumbándonos en la cama y empezar a acariciarnos todo el cuerpo, incluidas la cara , los pechos, el vientre y los muslos para poco a poco con estas caricias ir excitándonos.

Asimilar el placer, no apresurar el orgasmo dando tiempo sin prisas para apreciar en toda su intensidad las sensaciones sexuales.

En el ritual masculino , se aconseja evitar la eyaculación, ya que el tántrismos considera un derroche de esencia vital, eyacular en una masturbación. Además conteniendo y controlando el orgasmo se intensifica considerablemente el placer.

A medida que el cuerpo se vaya excitando, el tántristo aconseja relajarse y respirar profunda y regularmente y notar como la ola orgásmica se desplaza por la totalidad del cuerpo. Tensar los músculos de las nalgas para intensificar el placer y potenciar la excitación con fantasías positivas para luego centrarse plenamente en la experiencia física, es otro de los pasos a seguir en los ejercicios sexuales tántricos.

Cuando llega el orgasmo, el tantrismo hace hincapié en dejarse llevar, en entregarse plenamente al placer, expresándolo tal y como lo sentimos, sin ningún perjuicio ni tabú. Gimiendo, gritando, suspirando. Tal y como lo sientas.

Estos ejercicios de autoestimación, o estás prácticas de masturbación, son solo una pequeña parte, como vimos en el anterior articulo de la sensibilización y apertura mística de las práctica del sexo tántrico. Y desde luego nada tiene que ver la consideración tántrica de la masturbación , a la educación totalmente negativa que hemos recibido en occidente.

Si bien, lo único que hay que cuidar es la actitud personal con respecto a está práctica. Ya que una actitud egoísta o sumamente viciosa, resta placer a la masturbación y crea una ansiedad cada vez más difícil de saciar.

Los excesos o los ciegos apasionamientos, al contrario de lo que pueda parecer, restan placer a las relaciones sexuales y nos dejan invadidos por una sensación enfermiza. No hay nada mejor para disfrutar plenamente de la vida y de sus placeres, que la naturalidad y el conocimiento y respeto de nosotros mismos.

domingo, 5 de julio de 2009

Orgasmo


A menudo cuando hablamos de nuestras relaciones sexuales e intentamos recordarlas, aparte del lógico pudor que nos conduce a ahorrar detalles, nos sorprendemos pues sólo recordamos con plena lucidez los preámbulos.

El clímax sexual o el orgasmo, así como el tiempo de máximo placer, se nos presentan en la memoria como una nebulosa, de la cual podemos apenas dibujar fragmentos pero no recordar la intensidad o emular el estado de lo que percibíamos o sentíamos en ese momento.

Varios autores se han referido a la particular "seriedad" que invade a los amantes en el acto sexual. Entre otras explicaciones, se pueden encontrar frases como: "Desaparece entonces toda broma, toda frivolidad, toda galantería vacía. Cuando se ama no se ríe, si acaso apenas se sonríe. En los espasmos se está serio como en la muerte".

Esta seriedad, esta concentración, esta necesidad recíproca de dar y recibir, de alcanzar a través de una estimulación física, planos y estados no habituales de conciencia, son chispas del significado más profundo del acto del amor y del misterio y la mística que encierra.

Según se sabe, el clímax o el orgasmo corresponden a estados reducidos y a veces a interrupciones momentáneas de la conciencia voluntariamente inducidas. Ya que en ese estado de "trascendencia" parcial pero brusca, el individuo podría ser consciente y esa conciencia de sí mismo le reflejaría como un individuo, finito, empírico y condicionado.

Algo parecido ocurre cuando alcanzamos el umbral del sueño aunque en este caso , nos es más fácil ser conscientes de que interrumpimos la conciencia , porque queremos descansar y entramos en distintos niveles subconscientes.

Según muchas culturas místicas e iniciáticas, el acto sexual, la exaltación provocada por el magnetismo sexual, podría servir de apoyo, constituir una condición favorable a una "apertura" de la consciencia en el acto sexual.

En el Upanishads (Brihaddâranyaka Upanishad (IV,3,21.). Se establece el "raptus extásico", cuenta al respecto "Cuando un hombre es abrazado por la mujer, ya no sabe nada de exterior ni del interior"; en cierto modo se plantea una analogía entre esta experiencia y la que se produce cuando se manifiesta el âtmâ., el Sí transcendente."Así el espíritu cuando es abrazado por âtmâ, que es el conocimiento mismo, ya no ve las cosas exteriores, ni las cosas interiores".

Como es evidente no todas las prácticas sexuales que tenemos a lo largo de nuestras vidas tienen los componentes necesarios para una verdadera exaltación del ser o un éxtasis. Cabe diferenciar entre los estados nacidos de la espontaneidad innata, de la consecución de la atracción y la embriaguez sexual entre dos seres y el uso autoerótico, como la masturbación o las prácticas iniciadas con el objetivo de un autoplacer, un espasmo orgánico con el único
objetivo de alcanzar placer.

En este último caso, según se asegura y nosotros con nuestras experiencias individuales podremos cotejar, el amante se ve afectado por una especie de impotencia; no goza más que para sí mismo, ignorando la realidad del otro ser, sin alcanzar ese contacto con la sustancia, íntima, sutil y "psíquica" del otro, que es lo que puede alimentar una intensidad propiciatoria del éxtasis. En el Kâmas Sutrâ, se comenta al respecto: "La unión de una mujer de casta inferior, prolongada únicamente hasta que queda satisfecho el placer del hombre, recibe el nombre de "la cópula de los eunucos".

Aquí nos encontramos con una de las múltiples dualidades clásica del sexo, que a su vez mantiene dos corrientes literarias y filosóficas. Mientras para unos representa la idea de que la fuerza liberada de la sexualidad en el acto sexual puede actuar de manera purificadora y catártica; esto es lo que refleja el dionismo y todas las corrientes derivadas. Para otros es la exaltación del cuerpo o una religión pagana de la carne, entre algunos autores podemos encontrar a Lawrence.

La corriente dionítica es la que hemos planteado desde el principio y que más nos induce a la curiosidad, por su implicación mística. La mística de la carne plantea el prolongar el orgasmo mas allá de cierto límite, insistiendo en tal o cual procedimiento excitante, moviéndose estrictamente en plano físico y con el objetivo puro del placer. Pero quienes lo han intentado hablan de una sensación insoportable de fuerza que invita a desistir, se convierte en un acto doloroso, en una sensación insoportable que sube desde los riñones hasta el cerebro, es como si sólo las energía negativa llegara al umbral de la consciencia.

Estas declaraciones recogidas en infinidad de textos y experiencia nos recuerda entre otras filosofías y prácticas al yoga Tántrico y el despertar de la Kundalini, la base de la energía original, que puede ser ascendida tanto en negativo como en positivo de ahí la peligrosidad de algunas prácticas sin la debida preparación.

En culturas no occidentales como la árabe, las típica danza del vientre que todos conocemos y que actualmente se frivoliza como distracción para turistas, siempre ha representado dentro del marco de su cultura un carácter sagrado y tradicional. Tiene tres tiempos, marcados por la altura de los movimientos de los brazos y por expresiones del rostro, que corresponden a tres periodos de la vida de la mujer.

El último tiempo remite a la función erótica de la mujer, capaz de despertar en el acto sexual, la fuerza básica; en este último tiempo es donde figura el típico movimiento rítmico del vientre y del pubis. La verdadera danza es muy difícil y complicada, es un ritual simbólico, como un desenroscarse de la Kundalini. La mujer se acompaña cantando cantos embriagadores que riman la evasión, el ciclo de desenroscarse la energía, el paso de anillo en anillo, del primer al último centro.

Este esquema simbólico visual, nos lleva a recordar posturas y posiciones sexuales de algunas corrientes hindúes tántricas, es cuando la mujer desempeña un papel activo manteniéndose a caballo de hombre tendido inmóvil "remueve su cuerpo en un estremecimiento voluntario y cautivante".

Pero este elemento sutil, suprafísico queda neutralizado en seguida, sea por que se recobra la consciencia, sea por que se diluye con los sentimientos de simple intimidad humana amorosa.

Para tener conciencia de lo que realmente nos ocurre en un éxtasis sexual y poder recordarlo, tenemos que tener consciencia de lo que nos conduce a esa culminación en una relación sexual, qué afrodisíaco mental o físico estamos desarrollando o potenciando.

Lo que desde luego queda claro que en estos tipos de relación sexual, de verdadera unión más allá de lo físico entre amantes, de autentico éxtasis, es que el papel de la mujer no puede ser pasivo, pues es la encargada, como reflejan culturas del calado espiritual oriental, de despertar y motivar con movimientos , la energía básica de ambos y conducirla hasta envolver los actos de la sensualidad, de la fuerza y del estimulo de placer necesarios para alcanzar un verdadero
orgasmo, no un simple espasmo orgánico.

También queda claro que siguiendo el culto al autoplacer y a la carne, entramos inconscientes en una potenciación de la energía negativa, que a la larga nos provoca vacío e insatisfacción aparte de otros males derivados. Por eso es de gran importancia descubrir que es lo que nos excita actualmente ya sea por estimulo interno o externo.

viernes, 3 de julio de 2009

Juegos Sexuales


En una relación normal, los juegos o preámbulos
suelen ser limitados al grado de excitación.

Generalmente se usan como un mero trámite para
acceder al coito. Los besos y las caricias simples son
los más utilizados en la embriaguez del placer.

Cuando discernimos la sexualidad de manera
consciente, o queremos alcanzar mayor placer, o
mayor comunicación a través del sexo que no se
limite a un placer fugaz, es cuando los juegos sexuales
toman un realce importante e imprescindible. Es
cuando entra en juego " ars amandis". El Arte o la
cultura del amor.

Al contrario de la fama que se le adjudica a este
arte o cultura, no todos se reducen siempre a un
conjunto de medios y de técnicas por mera lujuria.
Fue en la antigüedad, ( todavía lo conocen ciertos
pueblos orientales ) donde encontró su apogeo estas
artes.

De todos es conocida la existencia de mujeres
maestras o conocedoras de esas artes a las que se
estimaba y respetaba igual que aquellos que conocían
otros formas de arte y sabían aplicarlas.

En la Grecia antigua las hetairas eran tenidas en
alta estima por hombres como Pericles, Fidias o
Alcibíades. Solón hizo erigir un templo a la diosa de
la " Prostitución" y lo mismo ocurrió en Roma, no
sin relación con ciertas formas de culto a Venus. Y
no podemos olvidarnos de Japón, donde la práctica
de algunas artes amatorias, toman el calificativo de
iniciáticas.

Tanto el Tantrismo, el Taoísmo, Las practicas
sexuales Arabes y su simbología hermética, el
hinduismo, etc... hacen hincapié en el aliento y la
armonización de ambas respiraciones hasta alcanzar
una sincronización. Otro rasgo importante es la
desnudez absoluta de ambos.

Los mejores resultados los dan aquellas
prácticas, en donde se concentran el deseo, la
atracción sexual, el erotismo, la pasión y la ternura.
Son estados fáciles de alcanzar, si nos dejamos las
prisas a un lado y disfrutamos de cada momento.
Cuando conseguimos llegar a ese estado, el roce de
los dedos en cualquier parte de la piel da un placer
mas intenso que las caricias en zonas erógenas por
todos conocidas.

Pero si se quiere utilizar el sexo de manera
iniciática, hay que considerar muchos aspectos.

En las practicas sexuales tántricas, el principio
fundamental de las enseñanzas secretas, tanto si es
común a la corriente tántrica hindú o a la budista ( la
segunda corresponde al denominado Vajrayâna), es
trasformar el tóxico en fármaco o "néctar", es usar
con vistas a la liberación las mismas fuerzas que han
conducido o pueden conducir a la caída y a la
perdición. Otro principio tántrico es que no se dice
que " fruición" y " liberación" se excluyan
necesariamente una a otra, como en las perspectivas
de las escuelas ascéticas. Como fin se propone aquí
realizar una y otra cosa al mismo tiempo, ser capaz de
alimentar la pasión y el deseo y al mismo tiempo
mantenerse libre.

En la práctica el punto de partida, es la
capacidad de una particular sensación o percepción
de la naturaleza, y la evocación de la desnudez
Un hombre desnudo, expresa
ritualmente la misma fuerza en estado puro,
elemental, primario, no ligado a una forma, no oculto
en la individualización; al quitarse la ropa es como si
el hombre ofreciese a las miradas esa esencialidad.

Y estos pequeñisimos apuntes en el concierto
extensísimo de las enseñanzas tántricas, llevados al
plano general nos podría dar una base, para encontrar
el juego sexual que mas placer nos proporcione. No
importa tanto el aprender cuales son los puntos
erógenos generales, cuál la actitud que debemos
adoptar en una relación sexual, qué fantasía que
hemos visto en una revista o película nos excita
unilateralmente.

Cómo captar la energía de la/s otra/s persona/s,
hasta sentir la misma intensidad, la misma
sincronización y a partir de ese momento intuir y sin
falsos pudores, establecer la misma liberación, la
misma seguridad que establecemos en el coito, y
practicar los juegos que más placer nos
proporcionan. Con lo cual la sexualidad entra en otra
perspectiva que nos descubre infinidad de caminos a
nuestra medida.

Ejercicios de Sexo Tantrico


Aquí nos vamos a centrar en el aspecto práctico
del sexo tántrico, sus requisitos y sus ejercicios
fundamentales.

Aunque para ser exactos el sexo tántrico es
básicamente una actitud interior frente al sexo ,
derivado de la filosofía tántrica. La versión de estas
practicas que más ha transcendido es su aspecto
físico, cómo con estas prácticas se enseña a retener la
eyaculación masculina, proporcionandos más placer.

Si bien el tantrismo tiene muchas derivaciones,
en las que también podemos encontrar ritos
orgiásticos o practicas para potenciar la negatividad,
por llamarlo de alguna manera. Pero lo que ha
transcendido durante siglos como práctica secreta, no
sólo es muy positivo sino también muy adecuado a la
pareja actual.

El tantra es el encargado de transmutar la energía
desde el hacer hasta el ser. Como ya abordamos
cuando hablamos del mito andrógino, esta filosofía
se suma a las muchas que utilizan la energía sexual
para el despertar o la iluminación espiritual.

El sexo tántrico es un ritual en sí mismo . Para
comenzar a practicarlo, debemos procurarnos un
ambiente cálido, que identifique a ambos y así ayudar
a una veneración y compenetración con la pareja. El
ritual original aconseja decorar un espacio con telas y
almoadones de colores suaves, hacer una especie de altar y
encender una vela. También
poner una flor natural aromática.

Otro aspecto muy importante es la respiración,
hacer ejercicios para sincronizar las respiraciones y así
fluir ambos en la misma sintonía. En el ritual original
potenciar los dos canales de energía que rodean a la
Kundalini, el " Ida y el Pingala". Activando así el
despertar de las energías de nuestro organismo al
mismo tiempo que los Chakras.

Los ejercicios iniciáticos que más rápidos
resultados nos pueden dar , son aquellos que van
destinados a perder todos los miedos y complejos
para así actuar como somos realmente con
naturalidad. El ejercicio mas practico es
contemplarnos en un espejo e identificarnos
enteramente con nuestro cuerpo.
También acariciarse uno mismo y quererse,
untarse de aceites aromáticos nos ayuda a tener más
sensibilidad con la otra persona, al que también
deberemos acariciar y tocar y agudizar así el sentido
del tacto.

Colocar bebidas como vino y comida,
principalmente frutas, como higos, uvas, granadas,
cerezas, frutillas, etc.. e ir dando de comer entre juegos
a la pareja. Esto tiene como fin ir sensibilizando los
demás sentidos de nuestro cuerpo, como el gusto, el
olor, la vista, el oído por medio de los juegos para ser
cada vez más receptivos al placer.

Divertirse deshinibiendose y haciendo el animal,
haciendo tonterías con juegos, risas etc...
La danza como ya hemos hablado en otros
artículos es un recurso valiosísimo para despertar las
energías, nos proporciona un estimulo erótico que
nos predispone más al placer.

Acariciar nuestros genitales y guiar la mano de
nuestra pareja por donde nos guste e indicándole
como nos gusta ayudará muchísimo a tener una
relación satisfactoria.

Adquirir control sobre nuestros genitales,
ejercitando los músculos de las nalgas, al aumentar el
flujo de sangre en la zona genital, se revitalizan,
fortalecen y tonifican los tejidos y también se
intensifica la respuesta sexual sin dejar de mantener el
control del proceso de consecución del clímax
orgiástico.

Asimilar el placer utilizando a manera de
ejercicio la masturbación, nos ayuda a no apresurar
el orgasmo , untarnos con aceites y acariciar nuestros
genitales tomándonos nuestro tiempo para apreciar
las sensaciones sexuales. A medida que el cuerpo se
vaya excitando, relajarse y respirar profunda y
regularmente. Los hombres deberán evitar eyacular
ya que se considera un derroche de la energía vital.
Las fantasías sexuales positivas pueden
intensificar la excitación, pero es mejor no quedarse
con las imágenes mentales y sumergirse
profundamente en la experiencia física. Tensar los
músculos de las nalgas para aumentar las sensaciones,
y cuando el cuerpo esté al borde del orgasmo expresa
tu erotismo sin complejos. Entrega tu cuerpo a las
olas de placer.

Estos son a grandes rasgos, los ejercicios
básicos del sexo tántrico para intensificar el placer .
Lo que es imprescindible en esta disciplina es adoptar
una actitud de respeto, una actitud sana del sexo y
desde luego lo que sería aconsejable es practicar los
ejercicios y seguir paso a paso la disciplina guiados
por un entendido del tema.

sábado, 11 de abril de 2009

El Amor en el Concepto Tantrico


La manera en que los occidentales vivenciamos la sexualidad se caracteriza por una doble distorsión: por un lado, la absoluta desacralización del acto sexual - y por otro, la ausencia de cualquier tipo de espiritualidad en torno a la experiencia. Se nos ha endilgado que el sexo está definitivamente reñido con la religión, y mediante esta simple operación, se agregaron en nuestras mochilas los ladrillos de culpa necesarios como para garantizar que, al menos en esta materia, nunca levantemos vuelo.

Por otra parte, y acaso como consecuencia lógica de lo anterior, nuestra época está signada por una obsesión casi histérica por el tema: el sexo atraviesa de modo permanente los medios masivos de comunicación, el cine y la publicidad, y en muchos casos se ha transformado en un deporte de competencia ( anoche me eché cinco…).Resultado: plaga de neurosis, trastornos múltiples, enfermedades, y además, un desconocimiento total de las potencialidades maravillosas implicadas en la sexualidad humana.

Lo que propone el tantra, en cambio, y de allí su carácter transformador, es que el sexo es uno de los caminos previlegiados de que disponemos las personas para experimentar la unión con la devinidad y nuestra participación como instrumentos en el gran concierto de la vida. Separando el orgasmo de la mera eyaculación, como instancias distintas, el tantra invita a extender por períodos muchos mas prolongados los momentos de éxtasis sexual, enseñando a movilizar las energías internas del cuerpo para la consecución de verdaderos orgasmos cósmicos.

De este modo, rodeando la sexualidad de un lado sagrado, el camino del tantra representa una oportunidad para sanar las heridas en este aspecto clave de nuestra experiencia humana, también, dependiendo de cúan lejos decidamos avanzar por esta senda, para incursionar en zonas impensadas de contacto con el placer y nuestro potencial como personas.

El culto del éxtasis

Nacido hace por lo menos 5000 años ( algunos hablan de 7000),el tantra engloba toda una concepción del universo y el hombre. Su esencia está revelada en los Vedas( de hecho de dice que tantra es para los Vedas lo que el perfume para las flores). El tantra es llamado en Quinto Veda. Es la escritura religiosa revelada por Shiva (deidad masculina), para la era de Kali en la que vivimos. Este conocimiento se extendió por toda la India como una ‘moda’ religiosa recién en el siglo V a.C., como un triunfo del shaktismo (culto a la deidad femenina Shakti), que siempre estuvo presente en forma subterránea y hasta fue perseguido por la ortodoxia brahmánica.

Existen muchos mitos en torno al tantra, pero también existe un hilo conductor para todas sus manifestaciones: tantra es el culto del éxtasis. Toda la vida, en cada uno de los aspectos, incluyendo la sexualidad, es celebrada como sagrada. Básicamente el tantrismo propone que, en lugar de suprimir el placer en sus diversos matices, podemos encauzarlos para obtener una fuente de energía sin precedentes. El propio significado de la palabra tantra - del sánscrito - expresa una fuerza que se manifiesta y se expande continuamente como una ola cósmica formada por diferentes energías, como lo son todo tipo de energía y materia. Esto incluye pensamientos, acciones y materia física.

La traducción más común de la palabra tantra es arte del telar, esto es, crear trama y urdimbre para formar una red, malla o tela. Mediante este lenguaje figurativo tantra indica el despliegue de la manifestación del universo, donde nada está suelto, nada es independiente, sino que todo está todo unido a todo y todo está en el lugar que corresponde. Otra de las versiones aceptadas es que la palabra tantra proviene de una contracción de obras de dos: Tanoti y Trayati, que significan respectivamente expandir y liberar la conciencia. Dentro de la inmensidad de conocimientos que abarca el tantra, un pequeño aspecto de sus métodos encontró aceptación en nuestra cultura occidental, convirtiéndose en el eje de numerosos cursos. El nombre de este método es maihtuna o ‘unión sexual’: entrenándose en la aplicación de ciertas técnicas durante el transcurso del cambio sexual, es posible ir sosteniendo el éxtasis amoroso con cada vez mayor amplitud. El tanta concibe este como un modo de desarrollar la expansión de la conciencia, cuya potencia acrecentada permite penetrar en el corazón de la sabiduría.

La importancia del tantra, sin embargo, no radica en sus aspectos meramente sexuales: El arte tántrico es el de saber qué hacer cuando finalmente se alcanza el estado prolongado de éxtasis orgásmico: el viaje del conocimiento universal, el recorrido de toda la red o trama del universo. Claro que, como los occidentales suelen considerar a estas teoría metafísica como algo propio de la mitología oriental, son muy pocos los que buscan en este camino algo más que un orgasmo. De hecho, un buen orgasmo es todo un desafío para nuestra sexualidad distorsionada, y requiere un gran esfuerzo personal conseguirlo. Por esta razón, muchas personas se detienen aquí, y no puedo calificar esto como malo. Han alcanzado un gran logro. Pero no es cierto que eso sea el tantra, al menos no todo. Al detenernos aquí, las reales metas tántricas no se logran y todo queda en el buen sexo y la vida placentera. Pero la realización es mucho más que el goce, aun cuando lo incluya.

domingo, 29 de marzo de 2009

La diferencia entre orgasmo y eyaculacion


Desde una óptica tántrica, la mayoría de los hombres no conocemos el orgasmo, porque confundimos orgasmo con eyaculación .Y éste no es sólo un problema de los varones: muchos hombres y mujeres promueven la eyaculación de sus parejas, y cuantas más veces mejor, porque lo consideran un signo de la virilidad de sus consortes y de su propio poder para complacerlos.

La propuesta del tantra, en cambio, es llegar al punto maximo de exitación, y mantenerlo por un tiempo ilimitado: si el hombre es capaz de vencer esa barrera en donde el espasmo nervioso produce la eyaculación , será capaz de conocer el verdadero orgasmo, esto es, el orgasmo cósmico, absoluto.”En el Lingam Purana se habla de la cosmogénesis, de cómo se generó el mundo”. Allí se dice que la deidad masculina, Shiva, apareció manifestándose sexualmente, con su terrible falo erecto haciéndose alusión a su capacidad de mantener la erección luego de haber estado sumergido durante 4320 años en un trance ascético. La palabra asceta quiere decir ‘tornarse radiante’,es decir, si un hombre controla la eyaculación va a irriadiar energía, y su pareja también va a gozar mucho más.”

En realidad, de lo que se trata es de separar el orgasmo de la eyaculación, de modo tal de poder tener un orgasmo lúcido, y así poder trabajar sobre el movimiento de las energías internas y nuestro recorrido por el universo. Los espacios que hay entre el espamo eyaculatorio y el orgasmo son alucinantes, y además son perfectamentes accesibles, no se trata de algo misterioso. Pero claro, habitualmente los occidentales no toleramos la tensión placentera que significa el orgasmo, y por eso caemos en la eyaculación: no toleramos el placer, y eso habla de nuestro grave estado como personas.

Antiguamente en Oriente existía la creencia de que si el hombre lograba contener su eyaculación diez veces, tendría un hijo varón, algo muy buscado en sus culturas patriarcales. Lo cierto es que el camino del tantra requiere todo un desarrollo corporal y espiritual previo, con ensueños dirigidos, relajación, meditación, y sobre todo, con ejercicios que incluyen la respiración. Porque la respiración es la gran vía reggia para sentir: cuando las personas se angustian o se asustan, dejan de respirar, dejan de sentir.

La enseñanza tradicional del tranta establece dos estilos de práctica: el sendero de la derecha y el de la izquierda. Según algunos autores, el sendero de la derecha consiste en lograr el objetivo exclusivamente mediante el trabajo de la mente con la meditación, y el de la izquierda logra su meta mediante el desarrollo corporal, incluyendo la unión sexual física. A su vez, el sendero de la derecha tiene dos divisiones, izquierda y derecha, según la deidad de meditación sea masculina o femenina; el de la también se divide en dos: el de la derecha para quien practica la unión sexual con su pareja, y el de la izquierda para quien lo hace con otra persona, usualmente asignada o aprobada por su gurú o maestro.

Todavía hoy en el tranta conserva su carácter iniciático, esto es, debe transmitirse de maestro a discípulo. La manera lectura de un texto tántrico no produce realización alguna, por lo cual se requiere que un maestro introduzca en el arte
.
Para avanzar en este camino el cuerpo físico debe cultivarse con gran esmero, ya que se convierte en un templo para la experiencia sagrada. De hecho, en los monasterios de Nepal se plantean toda una serie de requerimientos: capacidad para manejar las propias energías, claridad mental respecto de lo que se va a hacer y aptitud para meditar en forma prolongada (2 horas y 24 minutos como mínimo). Las técnicas que se usan para el control de la eyaculación en el tantra se practican también en las clases de yoga: cuando uno empieza a hacer contracciones del suelo pélvico, por ejemplo, se da cuenta que esta manejando la energía sexual.

Un entrenamiento tántrico implica armonizar las energías masculinas y femeninas que tenemos los seres humanos, para equilibrarlas. Una vez que están armonizadas, el desafío es unificarlas para conformar una energía más completa. Si tenemos electricidad positiva y negativa, hasta que no se juntan no se hacen luz, y si las juntamos fuera de contexto podemos generar un cortocircuito. Por eso en el trabajo con mis pacientes normalmente comienzo orientándolos hacia la depuración de su sexualidad. En esta sociedad este tema es conflictivo por tradición, tanto desde un punto de vista religioso como social, y pese a que nacemos gracias al sexo, la unión sexual es algo impuro. Limpiando la sexualidad, simplemente, hay toda una serie de cosas que se aclaran en la vida de cada persona. Para eso hay que lograr que se pueda considerar a su sexualidad como algo tan sagrado como su personalidad.

lunes, 16 de marzo de 2009

Dónde está el punto G masculino?

Hasta hace un tiempo, el punto G parecía ser patrimonio del sexo femenino. Sin embargo, los hombres también lo tienen. ¿Sabés a dónde está y cómo encontrarlo?. En esta nota, un aporte interesante a tu educación sexual.

El estímulo simultaneo del pene y de la próstata acumulan sensaciones y ocasionan en el momento del orgasmo un placer diferente.
Cuando se habla del punto G masculino nos estamos refiriendo a su próstata.

Una glándula, del tamaño aproximado de una nuez, que los hombres tienen en el interior de su vientre, bajo la vejiga, que aporta una buena parte del contenido líquido del semen en cada eyaculación.

¿Resulta fácil localizar el punto G de los hombres?

Puede accederse a la próstata a través del ano. Introduciendo un dedo cubierto con un condón lubricado, y traspasado el esfínter anal, se llega al recto.

A unos cuatro o cinco centímetros de profundidad, en su pared anterior (la que mira al pene) se encuentra un abultamiento como de un centímetro de espesor que se corresponde con la próstata. Explorándolo con el dedo puede advertirse que la próstata parece estar dividida en dos lóbulos separados por una línea central que se encuentra orientada verticalmente.

Ese es el llamado punto G masculino

La próstata tiene terminaciones nerviosas que si se estimulan con una suave caricia, se puede provocar una erección. Sin embargo, eso no significa que el hombre esté psicológica y sexualmente excitado. Es una reacción refleja medular sin mayor contenido erótico.

Naturalmente, si una pareja ya se encuentra manteniendo un encuentro íntimo, y como consecuencia de la excitación él ya tiene una erección, con ese suave masaje puede conseguirse que la rigidez del pene se haga más firme. Lo que unido al estímulo que supone el propio dedo sobre el esfínter anal (rico en esas mismas terminaciones nerviosas), puede ocasionar un incremento del placer erótico del hombre.

Pero, cualquier masaje, suave o intenso, de la próstata debe realizarse con sumo cuidado. Habitualmente esos masajes se realizan desde la periferia hasta la zona central. Exprimiendo la próstata de esa manera se puede conseguir la expulsión del líquido prostático que se parece en parte al semen; emisión que sólo vagamente puede recordar a una eyaculación (por la escasa fuerza con la que sale el fluido).

Existen ocasiones en las que el hombre se encuentra muy excitado (estando con su pareja, por ejemplo) y es posible que el masaje desencadene una contracción del músculo que rodea a la próstata, con lo que el líquido prostático se proyectará al exterior a presión, como sucede en las eyaculaciones.

Incluso es posible que tales contracciones despierten de un modo reflejo las del resto de los músculos genitales masculinos (vesículas seminales, recto, pene), y estimulen el reflejo eyaculatorio completo. Dado que tales contracciones musculares suelen vivirse como muy placenteras, el hombre podrá sentir sensaciones próximas al orgasmo o un orgasmo completo, según las circunstancias. Pero el orgasmo no está garantizado en esta actividad.

Lo que sí resulta más frecuente es que el estímulo simultaneo del pene (vaginal, oral, manual) y de la próstata acumulen sensaciones y ocasionen en el momento del orgasmo un placer diferente.

Los orgasmos estimulando el punto G masculino son diferentes

Es verdad que la sensación producida por el masaje de la próstata puede ser distinta a la de un orgasmo obtenido mediante el simple estimulo del pene. Y esa diferencia vendrá dada probablemente (es un tema que aún no está suficientemente estudiado) por la intromisión ocasionada por el dedo que se encuentra introducido en el ano.

Durante el orgasmo se producen contracciones rítmicas del esfínter anal. Pero cuando hay algo dentro (un dedo, un vibrador), tales contracciones se producen entorno a él y el tono muscular de la contracción varía. Es probable que esa variación sea la que se vive como diferente, como sucede con los orgasmos femeninos: son desiguales cuando se producen durante la masturbación con la vagina vacía, que cuando esta se encuentra llena.

En definitiva, a los hombres se les puede proporcionar más placer o un placer diferente acariciándoles la zona anal y la próstata. Sólo en contadas situaciones la sola estimulación de su punto G ocasiona orgasmos. Porque, no se puede confundir eyaculación con orgasmo. La primera puede acontecer sin la segunda.

Si queres experimentar masajes prostaticos enviame un mail a tantrareiki@gmail.com para reservar tu sesion de 2 horas y media.

lunes, 9 de febrero de 2009

El Masaje del Lingam


¿Acaso no es lo mismo orgasmo y placer?,para el tantra, no, casi todo lo contrario. El orgasmo es sin duda un momento de éxtasis, sin embargo, para los cultores del sexo como activación de las energías esenciales, el placer es mucho más y la posibilidad de exceder el par de segundos que dura y transformarlos en minutos, y hasta horas, depende justamente de no alcanzarlo. Con él, sólo se termina el placer.

Esta premisa del tantra es para los hombres aún más importante que para las mujeres. Ellos, después del orgasmo tienen un período llamado refractario que les impide iniciar rápidamente una nueva faena amorosa. Por eso, acá describimos una técnica de masaje que apunta a una preparación sexual, al placer por el placer, sin pensar en le orgasmo o coito. Una vuelta de tuerca a la forma tradicional de relacionarse sexualemente.

Lea, imagínese cada paso y sienta… Cuando lo practique, entréguese y poco a poco verá como se revertirán los roles o papeles tradicionales en el sexo.

Si hay que nombrar un objetivo de este masaje, ese es la relajación del hombre y para eso ojala todo comience con un baño caliente para ambos.

Nuestro protagonista es el “lingam ”, forma en que el tantra llama al pene. Es una palabra sánscrita que tiene una connotación muy respetuosa, significa “báculo de luz” que canaliza la energía y el placer.

Además del placer, y justamente para lograrlo, el masaje del lingam fortalece los vínculos de intimidad que existen en la pareja, ayudando a sanar las aprehensiones sexuales, si las hubiera. Una razón más para explicar que el orgasmo y la eyaculación no son el objetivo primordial de este masaje, sino la exploración de una nueva forma de placer que no esté condicionada por factores tradicionales como alcanzar precisamente “un” momento cumbre o climax.

Si ha seguido el consejo del baño en conjunto, luego, ya en posición cómoda, encima de una cama o lugar similar, es el momento de buscarse como pareja, conectarse, acercarse, abrazarse y acariciarse amorosamente, verse a los ojos en medio de este clima. La espiritualidad rodea cualquier evento tántrico, de modo que es importante añadir a la preparación física, una pequeña atención al espíritu también.

El masaje

En la cama, el hombre debe recostarse de espaldas, encima de almohadones que dejen su torso y la cabeza levantados. Sus piernas deben estar cómodamente separadas con las rodillas un poco dobladas, y los genitales totalmente expuestos para que el masaje.

Es mejor usar un poco de lubricante sexual y esparcirlo tanto por el lingam como por los testículos, siempre usar uno con base acuosa. Con mucha delicadeza, la pareja debe iniciar el masaje en los testículos y en el escroto, provocando que toda el área se relaje. Luego, también con mucha suavidad acariciar el hueso púbico o pélvico y el perineo (zona entre los testículos y el ano). Una vez en esta zona hay que ser especialmente cuidadosa, pues se trata de un lugar muy pocas veces explorado por los hombres heterosexuales, y es probable que nunca hayan permitido que lo toquen. Si no hay disposición para acariciar el perineo, no es necesario insistir, poco a poco se irá ganando la intimidad necesario para abordarlo.

Ahora el masaje se traslada hasta el cuerpo o base del lingam , variando la presión y la velocidad, para que el estímulo varíe de intensidad y resulte más placentero.

Recordemos que en esta ocasión el varón está en una posición completamente pasiva, está allí recostado a merced de los masajes de la pareja. No hay que permitir que esta actitud varíe, si eso sucede, tome medidas. Mírelo fijamente a los ojos, haga que no deje de respirar profundo y convénzalo de seguir recibiendo en forma pasiva este placer.

Con la mano derecha, se presione la base del lingam, luego se desliza hacia arriba y hacia abajo, pero alternando con la mano izquierda. Mantener estos movimientos durante cierto tiempo, y después empezar a presionar en la cabeza del lingam, y seguir alternando de manos.

Ahora, hay que masajear la parte de arriba o cabeza del lingam como si se fuera a exprimir una fruta. Si la erección se pierde un poco, no es problema, es normal. Para el tantra esto es incluso positivo pues es como pasear por todo el espectro del placer.

Si el momento del orgasmo o eyaculación se acerca, es recomendable detener un poco la estimulación, pues como hemos dicho ese no es el objetivo del masaje. Alargar lo más que se pueda el momento de eyaculación es una forma de obtener más placer, de despertar el kundalini, flujo energético en el cuerpo humano, y una forma de que el hombre pueda volverse multiorgásmico.

El masaje llega ahora al llamado “punto sagrado” o perineo que se encuentra entre el ano y los testículos. Como dijimos antes, hay que abordarlo muy delicadamente porque puede causar dolor. La línea divisoria entre el placer y el dolor es muy pequeña. Este masaje se hace con la mano izquierda, mientras se acaricia el lingam con la derecha.

Este “punto sagrado” es posible encontrarlo también internamente por el ano, sin embargo, además del cuidado, es necesaria la total aprobación del hombre ya que, como es posible sospechar, debido a siglos de prejuicios, se sienta incómodo o vea cuestionada su virilidad y la idea no es complicar el ambiente con tensiones. Si le parece bien y no representa problema para la masajista, entonces es necesario usar lubricante sexual y luego, introduce el dedo, busca la próstata hacia el frente, moviendo el dedo hacia tu palma.

Si él lo desea, puedes estimular el lingam al mismo tiempo, pero recuerda que no hay que permitir que llegue al orgasmo, pues entonces se acaba la diversión y el placer.

Si después de todo esta estimulación, él siente deseos de llegar al orgasmo, es momento de dejarlo, mientras respira profundo para que el momento sea sublime.

Una vez terminado el masaje, puedes quedarte con él en un tierno abrazo o dejarlo solo si lo prefiere, saboreando la experiencia.

jueves, 5 de febrero de 2009


Masaje tántrico

Está inspirado en la filosofía hinduista y es un ritual que consiste en acariciar las zonas eróticas para lograr el equilibrio espiritual. Se puede empezar de pie o acostado, situándose frente a un espejo que permita identificarse con el cuerpo de la pareja. Acariciarse cada uno a sí mismo e ir tomando contacto con el otro untándose con aceites aromáticos. Utilizar bebidas vino y jugos de fruta y frutas higos, uvas, cerezas y fresas para dar de comer a la pareja. Así, todos los sentidos se van sensibilizando y se hacen más receptivos al placer. Empezar a acariciar los genitales del otro guiando la mano de la pareja por las zonas donde más placer proporcione a cada uno. A medida que aumenta la excitación, conviene respirar profundamente para mantener el control de los genitales. Durante el orgasmo, tensar los músculos de las nalgas para intensificar y alargar el placer el máximo tiempo.

Taoísta

Se inspira en la creencia de que en el cuerpo existe un campo energético formado por doce meridianos que canalizan la energía sexual para aumentar el bienestar. Siéntate sobre los tobillos o de cuclillas frente a la cabeza de tu pareja -acostada boca arriba-. Realiza estiramientos de la piel -de las sienes a las caderas- tomándola entre el pulgar y el índice y tirando suavemente en cada punto. Coloca las manos en el interior de los tobillos y desliza los dedos con una caricia subiendo lentamente desde las pantorrillas a los muslos. Posa las manos en el centro del esternón y muy despacio deslízalas hacia el hueso púbico; sepáralas pasando por los huesos de las caderas, sube por el costado, las axilas y el pecho hasta regresar al esternón. Repite este movimiento descendiendo cada vez un poco más hasta llegar a rozar ligeramente los genitales y acercándote a los pezones. Traza un semicírculo sobre los muslos, subiendo desde el interior de las rodillas y bajando por el exterior de éstos. Para terminar, traza círculos en el interior de sus orejas utilizando los pulgares.

¿Qué sitios masajear?

Completo

Quien realiza el masaje debe colocarse de rodillas a los pies de su pareja, mientras ésta permanece acostada boca abajo con las piernas estiradas y ligeramente separadas. Masajea sus nalgas con suavidad y sigue con ligeras caricias, de arriba abajo en la hendidura que las separa. Sigue hasta el ano y el perineo. Pide a tu pareja que se dé la vuelta.

Con la mano izquierda acaricia con los dedos sus piernas, al tiempo que masajeas con la palma derecha el tórax, los pechos y los pezones -en éstos alterna el roce con estrujamientos leves-.

Masajea con las dos manos el tórax, los dos pechos y los pezones.
Recorre con un leve roce de los dedos todo su cuerpo, desde los pezones hasta los genitales.

Acaricia el interior de las ingles, sube al abdomen y regresa a éstas.
Roza con una mano los genitales y con la otra traza círculos alternos en el abdomen, el pecho y los muslos.

El pecho

Sitúate de pie o arrodillado a la derecha de tu pareja mientras ella está tumbada boca arriba con las piernas estiradas.

Con la palma derecha sobre el abdomen, traza un movimiento semicircular.
Alternando las manos deslízalas hacia arriba pasando por el medio del tronco hasta la parte superior del pecho.

Sitúa tu mano diestra en el pecho derecho de tu pareja abarcándolo por debajo y con el pulgar hacia el exterior.
Deslízala hacia arriba sobre el pecho, de manera que el pulgar y el índice aprisionen el pezón.

Presiona éste con todos los dedos suavemente.
Toma la base del pezón con los dedos pulgar e índice y deslízalos hacia la punta.
Para terminar, vuelve a repetir los pasos anteriores sobre el pecho izquierdo.

Las piernas

Coloca las dos manos en el tobillo derecho de tu pareja -acostada boca arriba-, con la diestra más cerca del pie y los dedos hacia fuera.
Desliza las dos manos hacia arriba, con la derecha en la parte interior del muslo y la izquierda en el exterior.

Cerca de la pelvis, gira las manos y deslízalas hacia abajo.
Coloca la mano derecha cerca de la rodilla y la otra un poco más arriba, con los dedos en la cara interior del muslo y el pulgar en el exterior.
Realiza una ligera presión con el pulgar de una mano y desliza la otra en dirección a la primera.

Repite los dos pasos antes de realizar el masaje en la pierna izquierda.

Los genitales

Al realizarlo, sitúate en el lado derecho de tu pareja.

Coloca la mano derecha sobre los genitales y realiza un suave masaje mientras con la izquierda frotas el abdomen en movimientos circulares.
Sin interrumpir el masaje genital, desliza la mano izquierda desde el abdomen hasta el pecho derecho.

Después, toma el pezón con los dedos pulgar e índice y ve realizando un movimiento de rotación fuera y dentro de su área.
Ahora frota con la mano izquierda el hombro y los músculos del cuello del lado derecho.

Cambia la mano que realiza el masaje en los genitales mientras con la mano derecha frotas suavemente la parte interna del muslo derecho.
Para terminar, sitúate en el otro lado de su cuerpo y repite una a una las fases de la secuencia anterior sobre las mismas zonas del lado izquierdo

Masaje chino

A dúo

Este masaje está basado en la técnica de la reflexología: la estimulación de todo el cuerpo desde las terminaciones nerviosas que hay en la planta de los pies. Uno debe echarse sobre el suelo boca arriba y el otro, tumbado frente a él, deslizar las piernas entre las suyas. Amasar los dos a la vez los pies del otro, de forma lenta y enérgica por la planta, el arco, el tobillo y los dedos. A medida que las piernas de quien está debajo cedan hacia los lados, el otro debe ir aumentando la presión para estirar los muslos. Terminar el masaje colocando los pies de la mujer apoyados en las ingles -justo al lado de los genitales- de su compañero, para presionar los músculos tensos de esta parte. A su vez, el hombre debe apoyar sus talones en el hueso del pubis de su pareja.

Sirve para facilitar la erección.

Un hombre debe tumbarse boca arriba con las rodillas flexionadas; el otro encima y de espaldas a él, con los glúteos sobre su abdomen.

Apoya las manos sobre la cara interior de los muslos de tu compañero y traza un movimiento ascendente rozando su piel con la punta de los dedos, desde la parte más próxima a las rodillas hasta las ingles.

Levanta el pene de tu compañero y colócalo sobre su abdomen.

Tócalo ligeramente con la punta de los dedos a la vez que llevas la otra mano hacia sus ingles y presionas en esta zona con la base de la palma. Mantén la presión durante un minuto.

Acaricia la cara interior de los muslos y sube por el escroto hasta la cabeza del pene. Mientras, tu compañero debe iniciar un movimiento pélvico y respirar pausadamente. Intensifica la velocidad de tus movimientos sobre sus muslos y su pene hasta conseguir una erección completa.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Las tecnicas del Masaje parte 1


Los masajes se han utilizado tradicionalmente para solucionar problemas físicos, pero, al margen de su función terapéutica, los expertos afirman que esta técnica sirve como instrumento de comunicación para potenciar las relaciones personales. En este sentido, las distintas formas de masaje se basan en la necesidad de contacto físico que sentimos desde que somos recién nacidos hasta la exigencia de caricias más íntimas en la edad adulta. Las sensaciones que provocan las caricias, roces, besos, abrazos y frotamientos de la piel son un vehículo para pasar de la comunicación corporal a la mental al entrar en un estado total de abandono. Para ello, tan importante como aprender a tocar es disfrutar del placer de ser tocado.

Además, estos masajes, que los expertos denominan sensoriales o sensuales, porque su fin no es únicamente aumentar el placer sexual, proporcionan diferentes ventajas. Las ventajas - Refuerzan la confianza. El temor al contacto en cualquier zona del cuerpo -y no exclusivamente en los genitales- puede ser una limitación para disfrutar de las relaciones, ya que muchas personas se bloquean por este motivo. En este sentido, los masajes sirven para romper la barrera psicológica que impide dar y recibir caricias en las zonas prohibidas, que en algunas personas pueden ser partes aparentemente tan poco problemáticas como los muslos o el vientre.

Por otro lado, los masajes reducen la ansiedad que provoca el temor a quedar mal con la pareja cuando existen problemas de impotencia por bloqueos psicológicos, porque con ellos se amplían las zonas del cuerpo -el hombro, la nariz, la boca...- con las que proporcionar placer a la pareja. Y cuando los amantes no se conocen mucho, este juego sexual es un método perfecto para relajarse, al saber que no hay que llegar al coito necesariamente.

Los expertos diferencian entre el masaje sensorial y el sexual. El primero ayuda a despertar el deseo tocando los tobillos, los dedos de los pies, las rodillas, los muslos... mientras que el segundo se centra exclusivamente en las zonas erógenas -pechos y genitales-. "La estimulación sensorial se realiza sin exigencias y no tiene por qué culminar en el coito. En cambio, el masaje sexual es como una masturbación, sirve exclusivamente para alcanzar el orgasmo y puede dejar insatisfechos a quienes necesitan una comunicación más completa que la que proporciona el simple contacto físico.

El masaje sensorial también ayuda a relacionarse sexualmente porque a través de la estimulación en los pies o en las manos se puede llegar al orgasmo.
Prolongan el orgasmo. Los masajes mejoran la circulación sanguínea y hacen que el oxígeno llegue con más facilidad a todo el cuerpo, lo que permite prolongar el orgasmo. "También se pueden aplicar para retrasar el momento del clímax, con ejercicios específicos que ayudan a distender la tensión muscular que aparece cuando nos excitamos.

Rompen la monotonía. "Ayudan a ver la relación como un juego, por lo que se pueden utilizar para romper la monotonía y recuperar el deseo en las parejas que han caído en la rutina.

Antes de realizar estas técnicas, conviene aprender a respirar de forma lenta y profunda, ya que al ralentizar la respiración se puede controlar mejor la excitación que siente también quien las hace. Aprender esto en un masaje sensitivo es tan importante como realizar bien los movimientos de las manos. Al lograr sincronizar la respiración, la pareja fluye en la misma sintonía y puede alcanzar el equilibrio psíquico que proporciona esta práctica.

Por otro lado, hay que prescindir de los movimientos precipitados y ser capaz de utilizar las manos, la boca, el pelo y los pechos de forma lenta y progresiva para captar las reacciones del otro. Las sensaciones se hacen más intensas utilizando plumas u otros materiales al acariciar a la pareja.

Por último, los pasos a seguir pueden ser muy diferentes, pero en términos generales este juego se desarrolla en tres fases: Preliminares. Sirven para establecer un equilibrio entre el cuerpo y la mente. Para ello, se debe estimular con suavidad la piel de todo el cuerpo, empezando con una presión suave y aumentando de forma progresiva ésta y la intensidad y frecuencia del movimiento. Este masaje se puede aplicar con la mano, con la yema de los dedos, con los labios e, incluso, con todo el cuerpo y es imprescindible que la pareja disponga de tiempo suficiente -una hora aproximadamente- para conseguir un acercamiento relajado y sin presiones. Intermedio. En esta fase, se estimulan las zonas erógenas evitando el contacto directo con los genitales, para no provocar la necesidad de buscar el orgasmo. Se consigue estimulando la línea que va desde la nuca hasta la parte lateral de la pelvis, pasando por los pezones y la cintura. Plenitud. Si la pareja lo desea, éste es el momento adecuado para pasar directamente a los genitales. Su aplicación depende de los gustos y la propia sensibilidad de cada persona en esta zona del cuerpo, pero siempre conviene recordar que la finalidad de estos movimientos no es necesariamente llegar al orgasmo. Sin estridencias Por último, el entorno es fundamental para que los dos miembros de la pareja consigan relajarse. Lo ideal es una iluminación suave -evitando las luces que den directamente en la cara-, una temperatura cálida -unos 22 °C- y un sonido ambiental sin estridencias. La superficie para el masaje puede ser un colchón lo suficientemente duro -como los futones japoneses- o varias mantas extendidas sobre el suelo. Además, se deben cubrir con una toalla las partes del cuerpo sobre las que no se esté trabajando, para mantener una temperatura agradable en todas ellas.

viernes, 30 de enero de 2009

La Eyaculacion precoz


Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que no existe nada malo en nosotros.

Según estimaciones, alrededor del 30% de los hombres llegan al orgasmo antes de lo que ellos deseasen. El estudio realizado por Alfred Kinsley sostuvo que el 75% de los hombres que él testeó eyaculó dentro de los 2 minutos de realizada la penetración.

Hay que saber que no hay nada de malo en eso y que no existe ningún factor orgánico que lo produzca. Lo que si hay que saber es que son nuestros hábitos los que hay que cambiar en cuanto a las experiencias sexuales. Es por ello que el aprender nuevas técnicas pueden cambiar nuestra forma de vivir y de sentir esas experiencias sea solo o en pareja.

Los terapistas sexuales denominan a esta condición como eyaculación involuntaria para tratar de describir mejor qué es lo que sucede cuando el tiempo de la eyaculación es más rápido que el de nuestra pareja. 

Los investigadores llegaron a la conclusión que es curable en un 90 al 95% de los casos. Es a veces, tan simple como reprogramar nuestros tiempos y nuestra ansiedad y aprender a desarrollar nuevas habilidades que nos proporcionaran más placer.

Lo más importante a tener en cuenta es lograr un pene sensitivo que nos proporcionara más y mas sensaciones y no bloqueara nuestro potencial del éxtasis sexual. Es por eso que no se trata de sentir menos sino; por el contrario, sentir mucho mas, se trata de crear más placer y saber que a veces no se trata de ser un maestro en entrar y salir o en ir con la mano hacia arriba o hacia abajo, sino de saber coordinar tres aspectos que son esenciales a la hora del placer: concentración, respiración y deseo.

Los hombres que no controlan la eyaculación son muy pasionales y tienen una maravillosa intensidad de excitación y sensibilidad. Por lo general son personas que todo lo programan en su vida y que rara vez aceptan que su condición eyaculatoria puede mejorar mediante la enseñanza y la dedicación.

Lo que enseño es a que estos hombres comiencen a entender, oir, monitorear y controlar su mente con su cuerpo para lograr utilizar su energía en cualquier circunstancia, incluyendo la sexual.

Por cualquier información adicional, o para una reeducación eyaculatoria envíame un mail a tantrareiki@gmail.com

domingo, 18 de enero de 2009

La exquisita Tortura


En nuestra cultura, “masturbación” es una palabra sucia —incluso más que “sexo”— y se hace de manera rápida en lugares sucios y feos, como los baños. De hecho, yo casi he dejado de usar la palabra masturbación, porque en realidad no describe lo que hago en mis sesiones conmigo misma, y he empezado a sustituirla por las palabras amor a mí misma o hacerme el amor.
Muchas de mis sesiones personales son breves y sin orgasmos, trabajando muy rápidamente para llegar al nivel de energía justo antes del orgasmo y haciendo subir la energía hasta mi corazón u otra área del cuerpo tantas veces y con tanta rapidez como pueda hasta que la energía parezca haber desaparecido, me aburra o acabe por accidente o a propósito. Estas sesiones duran entre veinte y treinta minutos y son como meditaciones rápidas.

Para los que se inician en la masturbación, la descripción de una sesión más larga es de mayor utilidad, porque necesitarán más tiempo para auto-excitarse y llegar al nivel del orgasmo-es-inminente.

En primer lugar, piense en qué lo excita. ¿La música romántica o el rock? ¿Las velas o el incienso? ¿Las revistas porno? ¿Las sábanas de raso, las alfombras de piel, las chimeneas? ¿La luz de la luna, las olas golpeando la arena, el aire cálido y húmedo en su piel? ¿El ponerse ropa interior sexy o unos jeans ajustados? ¿Las fantasías? Use estos recursos. Uselos todos en cualquier combinación que quiera. Créese en su dormitorio o donde sea un ambiente erótico, utilizando tantas cosas excitantes y objetos hermosos como pueda.

Le convendrá empezar sus sesiones relajando el cuerpo en diversas formas, porque todos estamos estresados en exceso y el estrés psicológico y la tensión muscular interfieren con el flujo de la energía en el cuerpo.

A mí me gusta tomar largos baños calientes o sentarme en una tina con agua tibia, rodeada de velas, incienso, flores, luz de la luna, permitiendo conscientemente que se relajen tantos músculos como me sea posible. Me lavo lenta y amorosamente con las manos desnudas, consciente de que ellas se conectan con mi corazón y llevan el impulso del amor a lo que sea que yo toque. Le presto mayor atención amorosa a las partes de mi cuerpo que no me gustan mucho, como mi vientre y mis muslos, y le doy un poco de estímulo a mis zonas erógenas.

Después de media a una hora en la tina, me seco y me doy masajes en todo el cuerpo con un aceite para estos efectos. Uso aceites vegetales como el de almendra o el de carozo de damasco, que compro en la tienda de alimentos naturistas, y les agrego un poco de mi perfume preferido. Una vez descubrí, cuando necesitaba un masaje y me era imposible pagar uno, que yo misma podía darme masajes en todo el cuerpo, con la excepción de un área muy pequeña de mi espalda. Los hombros, el cuello, la parte baja de la espalda, las nalgas, así como también los brazos, las piernas y la cabeza, son fáciles de alcanzar para eliminar las tensiones del día.

Cuando termino de recorrer todo mi cuerpo de una manera terapéutica, vuelvo a hacerlo pero en una forma sensual y tierna, acariciándome el rostro, el cuello, el torso, experimentando primero una sensación de sensualidad y ternura en lugar de erotismo. Incluyo algo de ternura hacia mis zonas eróticas, pero no me concentro en ellas. Fantaseo, puede que me vista total o parcialmente en forma erótica. Traigo mi música o mis revistas, o lo que sea que me atraiga ese día. Tal vez acaricie mi cuerpo con alguna tela suave o plumas, u otras cosas con textura.
Cuando me siento sensual y lista, comienzo a estimular mis genitales, mis pezones y otros puntos de excitación, y a trabajar gradualmente la energía en forma ascendente hacia ese punto justo antes del orgasmo que quiero utilizar como mi meditación.

Si no está familiarizada con el músculo pubo-coxígeno, o P.C. (y tanto hombres como mujeres deberían saber usarlo), ahora es el momento de aprender. El músculo P.C. cubre todo el piso pélvico, desde el hueso púbico por delante hasta el coxis en la espalda, y se desplega como una cuna de lado a lado. Todas las aberturas fuera de la parte inferior del cuerpo recorren este músculo. En Oriente se ha sabido durante siglos (aunque en Occidente sólo hace poco) que está asociado con la energía sexual y vital. Si este músculo está fuerte y tiene un buen tono, tanto hombres como mujeres descubren que es más fácil excitarse. El contraer el músculo como un ejercicio aumenta su tono, y el contraerlo durante la relación sexual o la masturbación incrementa el nivel de estimulación sexual y placer para ambos miembros de la pareja.

Para aprender a usarlo, interrumpa el flujo de la orina varias veces mientras esté orinando. El músculo que necesita para realizar esta acción es el P.C. Practique hasta que le resulte fácil contraerlo intensa y repetidamente durante sus sesiones. Si usted es mujer, ponga un dedo dentro de la vagina para comprobar con cuánta fuerza puede agarrarlo. Los hombres pueden comprobarlo introduciéndose un dedo en el recto.

La primera vez que empecé mis sesiones de amor a mí misma, ya estaba familiarizada con el músculo P.C. por mi terapia sexual y podía contraerlo repetidamente a medida que me iba acercando al orgasmo. Más adelante pensé que sería mejor tener menos tensión ahí y más relajamiento, así descubrí que podía obtener el mismo efecto trabajando los músculos de los muslos, que también se conectan arriba en la pelvis y recorren el músculo P.C. Me arrodillé con los muslos y las pantorrillas en ángulos rectos entre sí y me incliné hacia atrás un poco a medida que trabajaba mi clítoris, y para mí eso aumenta la estimulación considerablemente.
Es probable que los hombres estén más familiarizados con la masturbación que las mujeres, pero dirigida hacia la eyaculación, y no hacia el amor a sí mismo. Para los hombres, especialmente, es importante tocarse todo el cuerpo y hacer el amor con él, no sólo el pene, ser sensual con uno mismo, no simplemente eyacular. Los hombres que no están familiarizados con las sensaciones en sus tetillas y el recto, deberían experimentar con estos también, ampliando así sus posibilidades de sensaciones.

Para los más osados, tanto hombres como mujeres, el recto también es una zona erótica, y muy poderosa. Desgraciadamente, es el área del cuerpo sobre la cual pesan más tabúes, y puede que usted tenga que explorarla lentamente para superar sus prejuicios.

El objeto de toda la meditación, por supuesto, es permitir que la energía suba por el cuerpo tantas veces como sea posible. Se recomienda una sesión diaria si desea alcanzar el resultado de abrir sus chakras o centros de energía. Usted está bombeando el corazón desde adentro con energía vital para estimularlo, así que mientras más, mejor. Sin embargo, generalmente descubro que mi cuerpo sólo necesita veinte o cuarenta y cinco minutos de esa estimulación. A veces la energía parece diluirse, como si hubiera una porción diaria que ahora ha sido desplazada hacia arriba, y a veces acabo por accidente. En cualquier caso, la sesión terminará espontáneamente tarde o temprano. Aún tengo una sesión casi todos los días.

Alguna gente me pregunta cómo me puedo mantener tan cerca del orgasmo y no acabar. Admito que al principio fue una especie de exquisita tortura. Antes de comenzar tenía que prometerme que subiría la energía cinco o seis veces antes de acabar y me recompensaría con un orgasmo después de esos ciclos. Pero ahora no es una tortura en absoluto, y el subir la energía es significativamente más placentero que el orgasmo en sí mismo. En la actualidad me interesa poco el orgasmo, pero no tengo nada contra él. Generalmente, el orgasmo termina el juego, así que nunca debería ser la única meta de una experiencia sexual.

La gente también me pregunta qué quiero decir con “prestarle atención a su corazón y permitir que la energía se dirija hacia allí”. Si usted no sabe qué significa prestarle atención a su corazón, primero trate de prestarle atención a un dedo. Mantenga en alto el dedo índice y obsérvelo. Ahora sienta ese dedo desde adentro. Se dará cuenta de que hay una sensación continua allí, lo único que tiene que hacer es prestarle atención. En forma similar, puede centrar su atención en el área de su pecho alrededor de su corazón y también percibirá sensaciones allí. A veces, si está lo suficientemente relajado y tranquilo, también puede sentir que late. Simplemente ponga atención a esa área de su pecho, tal como lo hizo con su dedo. Como expliqué antes, la energía fluirá naturalmente hacia arriba hasta ese punto, no tiene que hacer nada más. Se aplica el mismo principio si quiere que la energía vaya a cualquier otra parte del cuerpo que no sea el corazón. Simplemente deténgase justo antes del orgasmo y preste atención al área del cuerpo hacia la cual desea que vaya la energía.

A veces tengo mis sesiones en la mañana cuando despierto, otras en la noche antes de dormirme o antes de estar con un amante, y a veces durante el día cuando necesito, psicológica o físicamente, una subida. Pasé varios años masturbándome antes de descubrir que todo el asunto se trataba de amarme a mí misma. Espero que estas sugerencias le ayuden a superar algunos de sus temores y confusión con respecto a la masturbación y le den el coraje para descubrir el valor de hacer el amor con usted mismo

sábado, 17 de enero de 2009

Tantra y masturbacion: estados alterados


Con esa introducción, hablemos sobre estar juntos y utilizar la energía sexual juntos para alterar nuestros estados de conciencia. El secreto de estar con una pareja es igual al secreto de estar con uno mismo: aumentar la energía en su cuerpo hasta el punto del orgasmo y luego, en vez de acabar, relajarse y dejar que la energía suba hasta su corazón. En otras palabras, no hay reglas : no existe una respiración especial, ni posiciones, ni secuencia de eventos, ni plazos de tiempo. ¡Tire a la basura sus libros de Tantra! ¡Tire a la basura sus manuales sobre sexo! Simplemente aumente la energía hasta el punto del orgasmo, relájese y déjela subir por su cuerpo en lugar de liberarla en un orgasmo. Tampoco tienen que estar al borde juntos. Durante el acto sexual, yo prefiero masturbar o que me masturben, porque mantiene la energía arriba muy alto, pero no hay reglas. No necesita ninguna regla, porque una vez que la energía esté fluyendo, lo llevará sin un plan y no necesitará un mapa. Los descubrimientos que he hecho se deben fundamentalmente a que hice pocas suposiciones con respecto hacia dónde me dirigía.
Si le cuesta retardar su orgasmo cuando está con una pareja, intente detenerse varios movimientos antes del orgasmo y simplemente relájese, sin hacer ninguna otra cosa. Cuando haya logrado el mero hecho de retrasar el orgasmo, entonces trate de centrarse en su corazón y dejar que la energía suba.

Al igual que en sus sesiones privadas, puede repetir el ciclo de estimulación y descanso las veces que quiera, y tener un orgasmo, si lo desea, cuando considere que su sesión está por concluir. Esto último es subjetivo. Usted ha concluido cuando piense que así es. También debería experimentar con no acabar en absoluto, simplemente para desbaratar la creencia de que es dañino o insatisfactorio no llegar al orgasmo.

He orientado a una serie de parejas con respecto a sus pautas sexuales y encuentro que lo que más les preocupa son aquellas ocasiones en que la energía sexual parece interrumpirse o no se inicia en absoluto. Les sugiero que si adoptan una actitud de juego hacia el sexo en pareja (y desde luego en forma individual también), se sentirán con mayor frecuencia satisfechos y realizados con sus experiencias. A veces el cuerpo simplemente no está interesado o el espíritu está demasiado abrumado con otras cosas. En este último caso, lo que a menudo ocurre es que si los miembros de la pareja simplemente se relajan y están juntos, abrazándose y conversando de una manera amorosa, se analizarán y llorarán las aflicciones emocionales y la pareja podrá hacer el amor cuando la tensión haya sido liberada. Además, el solo hecho de estar tendidos juntos desnudos y tocarse de un modo amoroso y no orientado hcia una meta, es una estupenda forma de excitarse. Es como si el cuerpo recordara: “Ah, sí, me encanta esto”.

Asimismo, si adoptan una actitud de juego, es probable que sus sesiones de hacer el amor duren más tiempo y encuentren que en el curso de cada hora que están juntos la intensidad de la energía subirá y caerá. A veces estarán excitados, otras sensuales y a veces simplemente amistosos. Tenemos una tendencia a pensar que si no es excitante e intenso todo el tiempo, entonces algo anda mal. Por lo general, si simplemente vuelven a adoptar la actitud de juego amoroso, la onda retornará.

¿Y cómo se explican esos casos en que la energía de pronto se desvanece cuando están en medio de una onda? Por lo general se debe a que uno o ambos miembros de la pareja han tenido un pensamiento negativo. Algo así como: “Tengo un cuerpo horrible” o “El nunca me dará lo que deseo”, o los mensajes sub-verbales de que esta gran experiencia de alguna manera nos hará aterrizar en el infierno y otras dificultades. Aquí el remedio es el mismo: simplemente quédense tendidos juntos y esperen a que retorne la onda. Si pueden recordar el pensamiento negativo y hablar acerca de él, parte de su poder desaparecerá.

También estimulo a las parejas a que se dejen llevar por sus fantasías. La mayoría de las personas tienen una vida rica en fantasías, pero no están dispuestas a compartirla con su pareja, porque temen que algo ande mal con ellas o que su pareja se ofenda. Las parejas que comparten sus vidas de fantasía, encuentran que esto incrementa su atracción mutua y la intensidad de sus experiencias sexuales, porque inventan juntos todo tipo de deliciosos pasatiempos sexuales.

Además, en el taller enseño una serie de juegos que una pareja puede realizar que probablemente elevarán el nivel de energía entre ellos y harán más interesante el viaje. Uno de tales juegos es simplemente respirar juntos. El simple hecho de hacer esto al mismo ritmo mientras se están abrazando, puede ser extático. Otro juego es mirarse a los ojos. Cuando yo miro a otra persona a los ojos por un largo período de tiempo, mis pensamientos se detienen y comienzo a sentir un calorcito en la barriga que se dispersa por todo mi cuerpo. Pero esto sucede después de años de práctica. Al comienzo se sentirán un poco incómodos al mirarse a los ojos y tendrán que intentarlo sólo por breves lapsos de tiempo. A veces transformarán el sabor sexual de su encuentro en uno emocional, pero siempre pueden volver al sexo. Utilicen el ojo izquierdo; es el ojo receptivo y se conecta con el lado derecho del cerebro.

Otra deliciosa posibilidad es añadirle sonidos a sus sesiones en pareja. Prueben cualquier cosa: desde cantar juntos a hacer sonidos no planificados y misceláneos que poco a poco cobrarán vida propia. Hay algo en esto de hacer ruidos y vibrar juntos, que, al igual que respirar juntos, nos lleva al éxtasis. Cuando hago esto con un amante, siento como si nos convirtiéramos en uno, que nuestra vibración de alguna manera se transforma en una, y puedo sentir el interior de su cuerpo además del mío.

También ayuda la práctica de ser receptivo. A la mayoría de las personas le cuesta mucho más dejar que el amor y la energía entren a su sistema que salgan, o ser amorosa. Así que con su amante túrnense para jugar al padre y al hijo como un ejercicio para aprender a ser receptivos. La pareja que hace de padre se tiende de espaldas y la que hace de hijo se tiende con la cabeza sobre o cerca del corazón del padre. El padre abraza al hijo, acariciándolo ocasionalmente e imaginando un infinito amor que brota de su corazón hacia el hijo. Al respirar juntos, el hijo simplemente lo absorbe (y observa qué conflicto le produce). Luego cambien de rol.
También me gusta jugar con visualizaciones y mantras. Una visualización es respirar juntos e imaginar que la energía se mueve entre ustedes en un círculo, subiendo por los genitales de un amante, luego atravesando desde su corazón al del otro, bajando a los genitales de esa persona y de vuelta al comienzo. Puede ir en cualquier dirección. Este ejercicio es extremadamente importante para la experiencia de unidad y vinculación que buscamos con aquellos que amamos. Se llama “El Cinto de Venus” y produce intensos efectos a lo largo de un período de tiempo.

Además utilizo un mantra. Este es un sonido o una frase que se repite una y otra vez, ya sea internamente o en voz alta. El objetivo de un mantra, como yo lo veo, es ayudar a acallar el parloteo dentro de nuestra cabeza, de modo que la energía pueda circular. Los mantras que me gustan son “Shiva, Shakti”, “Tú me amas”, “Somos uno” y “Adoro al dios/diosa que hay dentro de ti”. El “Shiva, Shakti” parece llamar a las energías arquetípicas masculina/femeninas para que se incorporen al acto amatorio. El “Tú me amas” parece crear un circuito de energía entre las parejas. El “Somos uno” nos recuerda nuestra unicidad, ya sea que la vivenciemos o no. El “Adoro al dios/diosa que hay dentro de ti” me recuerda quién es realmente mi pareja y quién soy realmente yo. Por lo general hago los mantras en silencio, en mi cabeza, y mi compañero puede hacerlos o no, como le plazca.

Otra conexión interesante se da a través el plexo solar. (Para localizarlo, baje los dedos por el esternón hasta donde termina. Presione con los dedos dentro del hueco que hay ahí. Allí está su plexo solar. Concéntrese en este punto para este ejercicio). Si imaginamos que nos estamos proyectando mutuamente un haz de luz, desde un plexo solar al otro, y respiramos juntos, se produce una maravillosa conexión. Sucede lo mismo si nos tocamos mutuamente el plexo solar y respiramos juntos.

Puede que cualquiera de los libros que encuentren sobre Tantra o los placeres del sexo contengan juegos que profundizarán sus experiencias sexuales y los acercarán a la experiencia de unidad. En realidad, no necesitan ninguno de los ejercicios; dejen que su imaginación y amor mutuo inspiren sus actividades sexuales.

Simplemente recuerden que no hay reglas, excepto aumentar la energía tanto como sea posible, descansar y permitirle que suba por el cuerpo. Déjense llevar por la energía, por sus fantasías, por los movimientos que su cuerpo desea hacer, y pasen algún tiempo sexualmente solos y también con su pareja. A la larga vivirán las experiencias que buscan y luego las tendrán con una regularidad cada vez mayor.

El sexo es un juego. Uno empieza a ganar en su vida sexual cuando parte teniendo esta actitud.
Como cultura, se nos ha condicionado no sólo fuera del sexo, sino fuera del placer. Y el darse placer a uno mismo, o la masturbación, es el placer más prohibido de todos. Examine sus temores y sentimientos con respecto a la masturbación. Luego déjelos a un lado y re-conozca su propio cuerpo. Elplacer que vivencie hará más para trabajar contra su condicionamiento negativo en relación con su cuerpo y a su sexualidad que cualquier otra cosa que pueda hacer o pensar. Le sugiero que haga lo que me aconsejó mi profesor —tenga una sesión con usted mismo todos los días, como una meditación, durante tres meses, y vea qué resultados obtiene.

Es necesario incluir una acotación sobre las fantasías sexuales. No puedo imaginar hacerme el amor sin fantasías. Al parecer, me crean la experiencia. Sospecho que gran parte del problema y falta de goce que tienen las personas con la masturbación, además de su creencia de que es algo malo, es que no utilizan sus fantasías. Todos tenemos una vida potencialmente rica en fantasías, un jardín secreto, como lo llama Nancy Friday, que podría mejorar enormemente nuestra vida sexual si se lo permitiéramos. Así que adelante con sus fantasías. No le harán daño —ni siquiera las extrañas.