jueves, 25 de septiembre de 2008

Conociendo nuestro cuerpo


El Pene

Cuando la mayoría de los hombres piensan en su sexualidad instantáneamente aparece el pene; ya que es la parte más obvia de nuestra anatomía sexual. Paradójicamente, existe un halo de misterio y desinformación alrededor de él. Si bien se trata de un órgano sencillo, sin huesos o músculos que lo circunden, no puede agrandarse o trabajarse como se lo haría con el bíceps, por ejemplo.

De 5 a 7 centímetros de pene se encuentran dentro de nuestro cuerpo cubierto por el musculo bulbocavernoso (bc) cuya función es la de detener la micción urinaria. Es aconsejable fortalecer este musculo al igual que el pubococcígeo (PC) para lograr erecciones más fuertes, orgasmos más plenos y controlar la emisión de semen.

Si bien muchos hombres se preocupan por su tamaño, no es tan importante este cuanto la fuerza de la erección y lo que uno hace con él.


Los Testículos

La mayoría de los hombres sabe que el esperma se produce en los testículos y que la temperatura corporal es demasiado elevada para la generación de este (por ello es que no se recomienda la ropa interior ajustada ya que acerca los testículos e impide la producción normal de esperma).

El conducto deferente es un tubo firme que se extiende de los testículos a la glándula prostática. El movimiento de esperma a través de este tubo hacia la superficie hace que se mezclen las secreciones de las vesículas seminales y la próstata solo antes de la eyaculación. Las secreciones de la próstata constituyen aproximadamente un tercio de la eyaculación y es la responsable de su color blanquecino. La esperma es solo una parte pequeña de la eyaculación; por eso sucede que un hombre al que se le ha practicado la vasectomía eyacule la misma cantidad de fluido que efectuaba antes del procedimiento.


La Próstata

Se trata de una glándula que se encuentra en el centro de la pelvis, detrás del hueso púbico y en la zona del perineo. La mayoría de los hombres solo ha escuchado hablar de la próstata cuando se trata de cáncer. Una próstata saludable es fundamental para evitar la enfermedad y para el bienestar sexual a largo plazo. Una de las formas de mantenerla sana es dándole masajes regularmente.

La próstata es el equivalente al punto “G” femenino, muy sensible al estimulo sexual. Muchos autores sostienen que hay dos orgasmos en el hombre: el primero es activado por el pene; el segundo por la próstata. Son muy diferentes los dos orgasmos, tanto emocional cuanto físicos.

La próstata, al acercarse el momento del orgasmo aumenta y se torna más sensible. Se puede estimular desde afuera a través del perineo localizando el punto exacto de sensibilidad o bien internamente. No siempre es fácil tocar directamente la próstata, depende mucho de la flexibilidad de cada uno y del grado de relajación - estimulación que se tenga en ese momento.

Es muy importante que el dedo a introducir este bien lubricado y la uña bien corta para evitar desgarros. La próstata es una glándula del tamaño de una nuez. Al localizarla frótela suavemente de un lado a otro a distintas velocidades para estimular, también, las paredes del ano.

Al llegar al orgasmo sentirás un estimulo muy profundo e intenso, dando como resultado una dificultad de control de la excitación, la cual es tremenda.

El Perineo

El perineo es un hito sexual esencial. Los taoístas lo denominaron “la verja de la Vida y la Muerte”. Su papel en la prevención de la eyaculación es un secreto muy bien guardado. En el perineo es en donde se encuentra el punto del “millón de dólares”; nombrado así para darle un valor intrínseco.

Es donde también se aloja el chackra raíz.


Músculos sexuales

El pubococcigeo o musculo PC es un grupo de músculos pelvianos importantes que corren en el hueso púbico por delante del coxis.. Estos músculos forman parte de la base de la salud sexual y son esenciales para que uno se torne multiorgásmico.

Hay que tener en cuenta que cuando uno está por mucho tiempo en cama, los músculos se atrofian y debilitan. Lo mismo sucede con los músculos sexuales. Lo mismo sucede con el pene. Si no se lo utiliza se contrae hacia el cuerpo, de hecho, los ancianos lo notan como un síntoma más de su inactividad sexual.

El Ano

Su proximidad con la próstata y la alta concentración de nervios sensitivos lo hace una zona muy erógena. Muchos hombres consideran el ano como algo sucio y lo ven antinatural de estimularlo sexualmente. Hay que asegurarse la limpieza del mismo antes de tocarlo, al igual que el dedo a introducir.

Lamentablemente, muchos hombres heterosexuales se bloquean con el ano ya que asocian la sensibilidad anal a la homosexualidad y no simplemente como una práctica placentera.


Los Pezones

Muchos hombres se sorprenden al encontrar en los pezones un lugar de sensibilidad importante. Al darle importancia a estos periódicamente aumentamos su capacidad de placer ya que poseen terminales nerviosas que se despiertan con la estimulación.

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